65 despedidos -varios de ellos serán voluntarios-, la aportación de 4,5 millones de euros por parte del Gobierno de Nafarroa y que el capital social pase a ser un 51% de la actual dirección de la empresa y el 49% para los trabajadores, son los aspectos más significativos del plan de viabilidad, que el lunes aceptaron en asamblea los trabajadores y que ayer ratificó el comité, un trámite necesario para la firma y en el que uno de los delegados de ELA votó a favor, ya que UGT no tiene la mayoría.

De esta forma, quedó aprobado un plan que durante las últimas semanas han venido negociando el Ejecutivo de UPN, la dirección de la empresa -nombrada por la empresa pública Sodena- y el sindicato UGT. Los encuentros se han celebrado en secreto, al margen de la mayoría del comité formada por ELA y LAB, cuyos delegados se enteraron de la propuesta el pasado viernes, al mismo tiempo que el resto de trabajadores.

El sindicato ELA explicó tras la decisión del comité que el voto de su delegado suponía «dar validez a la decisión de la asamblea y no permitir que el Gobierno de Nafarroa se apoye en la situación de bloqueo para anunciar el cierre de la planta».

«Plantilla amedrentada»

Por otra parte, delegados del comité de empresa explicaron que el resultado tanto de la votación en la asamblea como en el comité fue fruto de la «utilización del chantaje, del miedo y de la presión, a los que se han visto sometidos tanto los trabajadores como miembros del comité». Un ejemplo de esta presión fueron las declaraciones antes de la reunión del comité del parlamentario del PSN Samuel Caro urgiendo a los delegados a sumarse al acuerdo «para evitar el cierre de la planta»..

En este sentido, denunciaron que el plan aprobado se había planteado «como la única alternativa al cierre de la empresa» y que el resultado de la asamblea, favorable al acuerdo oficial siendo el comité contrario, no les había sorprendido al estar «la plantilla amedrentada y desmoralizada».

Sobre el plan, ELA denunció que «con el único objetivo de gareantizar la salida de Sodea de Sunsundegui, UGT y el Gobierno foral, con la consejera Goicoechea a la cabeza, han tomado como rehenes a los trabajadores» y añadió que «utilizando de manera vergonzosa la insufrible tasa de desempleo de la Sakana, en particular, y de Nafarroa, en general, están obligando a la plantilla a aceptar un plan de viabilidad que es inviable».

Por su parte, LAB insistió en que «lo único que garantiza el acuerdo es la salida de Sodena del capital de Susundegui. Es el aval que necesita UPN para abandonar definitivamente este proyecto industrial, clave para el futuro inmediato de esta comarca», censuró.

Asimismo, indicó que no les parece casualidad «el ocultismo con el que han trabajado UPN y UGT y no nos parece casualidad que se provoque una asamblea desde la minoría sindical que avala el plan y donde se dice claramente: o esto o nada, y lo tenéis que decir hoy», criticó.

Entretanto, el secretario general de MCA-UGT, Lorenzo Ríos, afirmó que la firma del acuerdo es «una extraordinaria noticia» para Sunsundegui y para la industria auxiliar, y añadió que «podemos mirar al futuro con perspectivas de que, trabajando bien, la empresa vuelva a crecer en el futuro».