El Athletic cortó de raíz la racha en positivo de Osasuna, que venía de tres victorias y un empate reparadores, en una temporada demasiado larga en la que los de José Luis Mendilibar no han estado nunca por encima del puesto 14 en la clasificación. De golpe y porrazo, los rojillos cayeron ante sus vecinos bilbainos y han encadenado tres peligrosas derrotas, justo cuando por abajo la Liga se aprieta y solo quedan ya diez encuentros, diez jornadas en las que Osasuna tiene sin duda el peor calendario de todos los clubes metidos en la parte baja de la tabla.

La Federación de Peñas Osasunistas ha organizado un viaje para apoyar al equipo en su próximo y crucial desplazamiento a Valladolid -las plazas son limitadas y para apuntarse hay que llamar al 680 379 557-, en lo que será la primera de las finales a las que se medirá el equipo navarro, y a cada cual más complicada. A excepción de un Granada que se estará jugando la vida, la antepenúltima jornada y en su propio campo, todos los demás rivales de los osasunistas no solo están por encima de él ahora mismo sino que todos lo están en una dinámica positiva.

El primer ejemplo es el Valladolid, un equipo bien trabajado y que será muy duro de roer; pero no lo será menos la visita que rendirá a El Sadar el Espanyol de un viejo conocido como Javier Agirre y que mejora a cada jornada. Probablemente serán los dos choques que marquen el devenir de los de Mendbilibar, porque luego toca visita al Málaga, recibir al vecino Real Sociedad, desplazarse al campo de un Rayo que lo hace de cine, ir a Valencia... Equipos casi todos jugándose plazas europeas y eso sin olvidar los dos últimos partidos del campeonato, la siempre durísima visita del Sevilla a tierras navarras y el cierre de la Liga rindiendo visita a un Madrid que, seguro que sin jugarse nada, no será la mejor plaza para viajar sin los deberes hechos. Y frente a todos ellos, Osasuna deberá seguramente ganar la mitad de esos encuentros para mantenerse en la categoría.

Así las cosas, aunque no se puede afirmar que el juego del equipo, incluso el compromiso de sus hombres, despierten malas sensaciones como les puede estar pasando a conjuntos como el Celta o Zaragoza, y aun restando diez jornadas, no es menos cierto que la dinámica de derrotas y ese atroz calendario por delante son una trampa para los rojillos.

El equipo sigue defendiendo con orgullo -lleva tantos partidos, 10, sin encajar gol como el propio Madrid-, pero necesita marcar si quiere ganar partidos. En los últimos diez choques solo en dos, ante Deportivo y Levante, ha conseguido marcar más de un gol.