China logró situarse entre 2008 y 2012 como uno de los cinco mayores exportadores de armas del mundo, junto a EEUU, Rusia, Alemania y Estado francés, gracias a sus envíos de armamento convencional a Pakistán, Myanmar, Bangladesh o Venezuela.

Así lo revela un informe del Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (SIPRI) difundido ayer, en el que se destaca que el empuje chino, que ha desbancado de este club de los cinco grandes a Gran Bretaña tras seis décadas como miembro, responde a una estrategia premeditada de Pekín. «El surgimiento de China (el año pasado) está principalmente guiado por las adquisiciones de armamento a gran escala de Pakistán», aseguró Paul Holtom, director del programa de transferencia de armas del SIPRI.