El nuevo Gobierno israelí promete seguir con la colonización
El nuevo Gobierno de Benjamin Netanyahu, que anoche, dos días antes de la visita de Barack Obama al país, recibió el visto bueno del Parlamento, prometió continuar con una colonización de los territorios palestinos similar a la llevada a cabo hasta ahora.
GARA | TEL AVIV
El nuevo ministro israelí de Vivienda, Uri Ariel, prometió el domingo que el Gobierno del primer ministro Benjamin Netan- yahu mantendrá una expansión de las colonias en territorio ocupado palestino similar a la ejecutado por su anterior Ejecutivo. El nuevo Gabinete recibió anoche el aval de la Knesset (Parlamento) por 68 votos a favor y 48 en contra, en una votación en la que los ultraortodoxos hicieron oír sus airadas protestas por haber sido excluidos del mismo.
Las declaraciones de Ariel llegaron dos días antes de la visita al país del presidente de EEUU, Barack Obama, quien ha abogado por el cese de la construcción de colonias en territorio palestino. Varios dirigentes y académicos palestinos expresaron su decep- ción al considerar que Obama no exigirá a Israel el fin de la colonización. Obama visitará el jueves en Ramalah y el viernes en Belén.
El ministro de Vivienda, un colono judío miembro del partido Bayit Yehudi (Casa Judía), aseguró que «construiremos en Judea y Samaria -como los judíos llaman a Cisjordania- más o menos como se ha hecho hasta ahora. No veo motivos para cambiarlo».
«La era Ehud Barak (exministro de Defensa) ha acabado. El nuevo Gobierno fortalecerá los asentamientos (colonias) en Judea y Samaria, Galilea y Neguev», advirtió Danny Danon, nuevo viceministro de Defensa, quien acusó a Barak de impedir la ampliación de las colonias ya existente en la Cisjordania ocupada.
El ultraderechista Avigdor Lieberman advirtió de que su partido (Israel Beitenu) se opondrá «categóricamente» a cualquier moratoria en la colonización.
Las colonias en los territorios ocupados palestinos son ilegales según el Derecho Internacional. En enero, un equipo de investigadores del Consejo de Derechos Humanos de la ONU advirtió de que la política de colonización de Israel viola la Cuarta Convención de Ginebra y constituye un crimen de guerra que entraría en la jurisdicción del Tribunal Penal Internacional, por lo que exigió su suspensión «sin condiciones» y el desmantelamiento «inmediato» de las colonias existentes.
Según un informe presentado ayer ante ese Consejo, con su «incesante» política de colonización, Israel infringe innumerables obligaciones bajo la ley internacional, viola los derechos fundamentales de los palestinos e impide que sea viable una solución de dos estados. «La construcción de estos asentamientos no hace más que anexar progresivamente territorio palestino e impide el establecimiento de un Estado palestino contiguo y viable, y socaba el derecho del pueblo palestino a la autodeterminación», reza el informe.
Un «halcón» en Defensa
El 33º Gobierno israelí, integrado por cinco partidos -Likud, Israel Beitenu, Yesh Atid, Habayit Hayehudí y Hatnuá- comenzó oficialmente ayer su andadura con una reunión poco después de haber obtenido la mayoría en el Parlamento. Entre sus miembros destaca el nuevo ministro de Defensa, el viceprimer ministro de Netanyahu y antiguo jefe del Estado Mayor Moshe Yaalon, un «halcón» al que el Gobierno no le renovó en el cargo tras expresar su oposición a la retirada de Israel de la Franja de Gaza. Entonces realizó declaraciones excepcionalmente agresivas contra los palestinos y ordenó la muerte del jefe militar de Hamas, Salah Shehadeh, en un bombardeo en el que murieron 14 civiles.
La sesión parlamentaria estuvo marcada por la sonada protesta de los seis diputados del partido ultraorto- doxo askenazí Judaísmo Unido de la Biblia, por el pacto político con Naftalí Benet (Habayit Hayehudí) y Yair Lapid (Yesh Atid), que condicionaron su entrada en el nuevo Gobierno a que los ultraortodoxos quedasen fuera y a que el programa político incluyese una demanda clara en relación con la prestación del servicio militar por los jóvenes de este colectivo.
Un israelí de unos sesenta años resultó ayer herido de bala por varios palestinos que viajaban en un automóvil cerca de una parada de autobús frente a una colonia del norte de Cisjordania, según la Policía y el Ejército israelíes.
Las autoridades israelíes deportaron el domingo a la Franja de Gaza al preso palestino Ayman Sharawna, que llevaba en huelga de hambre desde hace ocho meses. Su caso era uno de los que había provocado protestas de la población palestina.
Sharawna llegó en la tarde del domingo al paso de Erez, donde le esperaba una ambulancia que lo trasladó hasta Ciudad de Gaza. Cientos de personas se habían reunido en el paso fronterizo para recibirle.
Sharawna, de 36 años, vivía en Hebrón, en la Cisjordania ocupada, y está casado y tiene nueve hijos. Fue puesto en libertad en octubre de 2011 en virtud de un canje de prisioneros entre Israel y Hamas, a cambio del soldado israelí Gilad Shalit, pero fue detenido de nuevo en enero de 2012 acusado de quebrantar los términos bajo los que fue excarcelado, aunque Israel no concretó nunca su imputación y desde entonces permanecía preso sin cargos, lo que le impulsó a iniciar una huelga de hambre.
El preso ha firmado un acuerdo con las autoridades israelíes por el que se compromete a permanecer en la Franja de Gaza durante diez años y accede a deponer su huelga de hambre, iniciada el 1 de julio de 2012, explicó Qadura Fares, presidente de la Asociación de Presos Palestinos. GARA