«Caso Caja Navarra»
El Gobierno navarro no realizó una sola inspección a la CAN en 12 años
La nueva documentación presentada ante los juzgados acredita que el Gobierno no inspeccionó Caja Navarra desde la fusión (en el año 2000) hasta 2012. La única inspección que recibió fue en el 2004, a cargo del Banco de Esapaña, cuyo informe es crítico. Asimismo, los papeles evidencian corresponsabilidad del Gobierno en la falta de solvencia de CAN. Mientras tanto, Yolanda Barcina anunció ayer que ha iniciado los trámites para devolver las dietas.
Aritz INTXUSTA | IRUÑEA
La investigación por un presunto delito de prevaricación por omisión en Caja Navarra continúa en los juzgados de Iruñea a raíz de la denuncia de Kontuz. Esta omisión de los deberes se centra en la falta de inspecciones en la CAN y, por ello, la juez solicitó al Gobierno navarro los resultados de las inspecciones que debiera de haber realizado. No se ha aportado ninguna. El único informe que existe data de 2004 y fue realizado por el Banco de España, que cuestiona varias inversiones por su riesgo y revela disfunciones en el Departamento de Auditoría.
Los estatutos de CAN definían dos tipos de inspección: la «alta inspección» y la «ordinaria». La «alta» (o menos profunda) correspondía al Banco de España y la «ordinaria» (o más exhaustiva) competía al Gobierno de Nafarroa, dado que se trataba de una caja aforada. La ordinaria jamás existió, puesto que la juez María Paz Benito ha recibido toda la documentación de 2000 (momento de la fusión entre Caja de Ahorros de Navarra y Caja Municipal de Pamplona) hasta el año 2012 y no consta ninguna.
Al parecer, en el único momento en el que intervenía el Gobierno en CAN, a través de la Consejería de Economía, era a la hora de decidir cuánto se destinaba a obra social y qué parte iba a reservas. Teniendo en cuenta que el principal motivo de la desaparición de Caja Navarra como entidad financiera fue la falta de reservas -que es lo que limitó su solvencia- la responsabilidad del Ejecutivo (que en todos estos años fue controlado por UPN y, principalmente, por Miguel Sanz) es enorme. Además, la evolución de lo destinado a reservas es muy significativa. De 2001 a 2008, el beneficio va aumentando y, en consecuencia, sube lo destinado a reservas y la obra social. En 2001 se destinan a reservas 36 millones de euros y, en 2008, llegaron a 117. La obra social se elevó en siete años de 15 millones a 50.
Sin embargo, a partir de 2008 el negocio empieza a ir cada vez peor. Las reservas bajan en tres años de los 117 millones a 40,5. En 2012 la situación se vuelve insostenible. El beneficio total solo es de siete millones y la partida de reservas se deja a cero. Según información a la que ha tenido acceso GARA, éste es el único momento en el que saltan las alarmas en la Consejería de Economía, que envía un correo pidiendo explicaciones, porque provisionar es obligatorio. Le respondió en un correo la asesoría Analistas Financieros Internacionales (AFI), que le dice que es debido a que la caja (ya inmersa en Banca Cívica) ha tenido un rescate con dinero público y, por tanto, «es una excepción a la regla y puede estar dentro de la ley» no provisionar.
Mientras se suceden las revelaciones, Yolanda Barcina intenta marcar un punto y aparte de las dietas CAN y ayer «inició los trámites» para la devolución de lo cobrado de la Permanente y la Junta de Entidades Fundadoras. Lo reintegrará a la Fundación CAN. Aunque la presidenta insiste en que estos cobros fueron legales, siguen bajo la lupa judicial. En el caso de que sean considerados delictivos, la devolución podría servir de atenuante de «reparación del daño».
Además de sus puestos en la JEF y la Permanente, Barcina fue presidenta de la Comisión de Control, que era la que garantizaba que la información que daba CAN al Banco de España, la CNMV y al Gobierno navarro se correspondía con la realidad.
El secretario de Organización del PSN, Santos Cerdán, declinó la invitación que le realizó el portavoz del Gobierno, Juan Luis Sánchez de Muniáin, para iniciar una negociación que dé estabilidad al débil Gobierno de Yolanda Barcina. Cerdán aseguró que «la estabilidad de las instituciones no se consigue con reuniones bilaterales, sino con trabajo y diálogo sin exclusiones en el Parlamento navarro». Por la mañana, Sánchez de Munián había pedido oficialmente al PSN que se sentara a una mesa e iniciara un diálogo para salvar al Gobierno navarro, que se encuentra en una situación de extrema debilidad tras la ruptura fraguada en el IX Congreso de UPN. Desde que Barcina derrotó a Alberto Catalán, el líder del PSN, Roberto Jiménez, está desaparecido, pero los portavoces de su partido están atacando con fiereza a la presidenta. «Barcina ya no cuenta con la confianza del PSN, ni con la del Parlamento de Navarra y, por lo visto últimamente, tampoco con la mitad de su partido», subrayó Cerdán. De otra parte, el PSN extiende su crítica al alcalde de Iruñea, Enrique Maya, a quien también exige que dimita. A.I.