La carta dirigida a Iturbe, con fecha del pasado 22 de febrero, la firman los responsables de las gestorías Ostolaza, Pilar Gurruchaga, Alcalde, Arrieta y Aguirre-Lizarraga. En la misma, piden al presidente de Kutxa, y segundo en el organigrama de Kutxabank, que «interceda ante el órgano pertinente para que la decisión de rescindir nuestros servicios sea reconsiderada». Asimismo, le ruegan que les reciba «a la mayor brevedad para poder tratar personalmente sobre estas cuestiones». Tres semanas después de remitida la misiva, siguen esperando una respuesta.

En la misma, afirman que con esta decisión, «y especialmente en este tiempo de crisis brutal que estamos padeciendo», entienden que «salen beneficiados unos pocos privilegiados que cobran unos aranceles considerables por ejercer su función pública, en perjuicio de nuestros despachos profesionales». Añaden que, de esta forma, se asesta «un golpe que podríamos catalogar como mortal» y «se pone en una delicadísima situación a 55 familias que dependen directamente de la actividad desarrollada por estos despachos para Kutxabank, así como multitud de empleos indirectos».

Asimismo, señalan que rescindir el contrato de los proveedores guipuzcoanos es «también negativo para nuestra provincia» y recuerdan que será la delegación a una sociedad constituida por notarios de Madrid la que asuma la tarea que realizaban estas gestorías, con la «consiguiente repercusión fiscal negativa para el territorio».

60 años de relación

En la carta, las cinco gestorías afectadas recuerdan que son clientes y además «proveedores de Kutxa», y que están «volcadas en prestarle el mejor servicio posible, en algunos casos desde hace más de 60 años».

Informan de que el pasado 11 de enero recibieron una carta del departamento de Compras y Contrataciones de Kutxabank en la que se las instaba a enviar una oferta para el servicio de gestorías «según las pautas establecidads en el pliego de condiciones que se adjuntaba». Tras presentar sus ofertas, el 13 de febrero recibieron una respuesta oficial en la que se les comunicaba que «sus respectivas ofertas para el concurso convocado para el trámite de escrituras, no han sido aceptadas».

Las empresas afectadas consideran que «el procedimiento de gestorías en Gipuzkoa ha funcionado y funciona perfectamente, cumpliendo fielmente todos los requisitos y necesidades» que se les planteaban desde los distintos departamentos de Kutxabank.

Las gestorías que han sido descartadas manifiestan también que la «satisfacción» por parte de la red de oficinas de la entidad financiera la constatan «a diario por la multitud de consultas vía email o telefónicas que recibimos aclarando y solucionando los problemas del quehacer diario».