El consejero de Hacienda y Finanzas del Gobierno de Gasteiz, Ricardo Gatzagaetxebarria, presentó ayer un difícil panorama para los próximos meses. De hecho, en los dos primeros meses del año la recaudación por impuestos ya ha caído un 3,6%. A pesar de los indicadores negativos, descartó modificar las previsiones de ingresos del proyecto de presupuestos.

Gatzagaetxebarria abrió ayer la ronda de comparecencias en el Parlamento de Gasteiz para que los consejeros del Gobierno presenten los presupuestos de los respectivos departamentos, donde volvió a anunciar las líneas maestras del proyecto global.

El consejero presentó una situación macroeconómica «muy dura» en la que la salida de la crisis, «al menos, se retrasa hasta 2014», ya que este año se va a mantener la contracción de la actividad y seguirá cayendo el empleo, con una tasa de paro estimada del 13,5% de la población activa.

Con esta caída se prevé que la aportación de las diputaciones a las arcas comunes del Gobierno de Lakua caiga 680 millones, un 8% menos que el año pasado, aunque en los dos primeros meses del año ya ha habido un 3,6% menos de recaudación de lo previsto.

Al respecto, reconoció que la caída de ingresos prevista para este ejercicio podría incluso ser mayor porque las previsiones se hicieron en octubre del año pasado con una estimación de que el PIB iba a crecer este año el 1,1%, cuando ahora se espera que la economía vasca caiga ese mismo porcentaje.

No obstante, el Ejecutivo cree que esa modificación de las previsiones y su efecto en la recaudación fiscal podría verse compensada con una posible relajación de los límites de déficit y la recaudación por las nuevas figuras tributarias.

Críticas a los presupuestos

Ante esta situación, el consejero apeló en varias ocasiones a la «responsabilidad» de los grupos para que se pueda aprobar el presupuesto, aunque reconoció que «no es grato involucrarse» con unas cuentas como éstas. «No es popular», expresó.

Sostuvo que cualquiera que hubiese gobernado con la actual coyuntura se habría encontrado con esta situación, con una caída de 1.132 millones de euros de los ingresos, por lo que habría tenido que «ajustar los gastos a esa caída de disponibilidad».

Txarli Prieto (PSE) reiteró el mensaje lanzado por su partido en las últimas semanas y afirmó que estos presupuestos «nacen viciados» en el capítulo de ingresos. Por tanto, volvió a pedir que se contemple una relajación de los topes de déficit y un aumento de la recaudación con las nuevas figuras tributarias y una mejor lucha contra el fraude.

Leire Pinedo (EH Bildu) criticó que este proyecto «es el de los recortes» y denunció que se planteen como fórmulas para salir de la crisis las medidas que la han provocado, con «austeridad a ultranza y un excesivo control del déficit».

Antonio Damborenea (PP) mostró sus dudas de que Lakua logre los ingresos presupuestados por la diferencia en las previsiones macroeconómicas, mientras que Gorka Maneiro (UPyD) criticó que el Gobierno se haya limitado a «cuadrar» las cuentas, sin una previsión de futuro, con un proyecto «plagado de ajustes y recortes, que no incentiva la actividad y el empleo».