Gloria REKARTE Expresa
Ingenieros
Cuando Fernández Díaz empezó a hablar diciendo que recurrirían a la ingeniería, creí que iba a decir a la ingeniería genética, que a mí se me hace como más práctica porque podrían clonar jueces a mansalva, según el patrón ideológico de su interés, y evitar que díscolos magistrados les provoquen inquietudes, nerviosismos y otros malestares. De hecho supongo que ya se les ha ocurrido, porque parece que necesitan ir situando, en lugares clave, jueces que compongan sus desatinos -como en el caso de la CAN-, y como no sea que ya los han clonado, se les van a terminar.
Atrás quedan cloacas, alcantarillas y aquellos pestíferos desagües por los que el PSOE chapoteaba en la década de los 80. Aquello no era ni de FP, y lo de ahora, en cambio, son auténticos licenciados: constructores, ingenieros... Más perfumados.
No es que al Estado español se la traiga al pairo lo que dice Estrasburgo, como aseguran las malas lenguas. Por algo, presión por aquí, promesa por allá, ha hecho cuanto está en su mano y hasta en sus arcas, porque le den la razón. Son los derechos humanos los que se la traen al pairo. Con o sin doctrina. En su favor hay que decir que lo declara sin tapujos: ingeniería jurídica y construcción de imputaciones. Sin tapujos y con arrogancia. Tanta, como para aludir, sin sonrojo ni bochorno, a uno de los casos a los que beneficiaría la derogación de la doctrina: el del violador condenado por 74 delitos de violación.
Porque es necesaria mucha arrogancia (o un patinazo considerable) para airear que hasta la septuagésimo cuarta violación, un violador campó por sus respetos. ¿O se construyeron imputaciones?