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«El Foro necesita un nuevo aire y adaptarse a nuevas luchas»

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Tarek Ben Hiba
Miembro del grupo promotor del FSM 2013

Nació en el Estado francés de padre tunecino y madre gala. Así que se considera hijo de dos territorios. Se define como activista por los derechos de los migrantes y a favor de la democracia. Tarek Ben Hiba es uno de los miembros del comité coordinador del Foro Social Mundial, que comenzó en Túnez

Alberto PRADILLA | TÚNEZ

El Foro Social Mundial ya está en marcha. Tras la multitudinaria manifestación celebrada el martes en Túnez, ayer dieron comienzo los talleres, donde tienen una especial relevancia los procesos políticos del mundo árabe. Tarek Ben Hiba, miembro del comité coordinador, destaca la importancia de que el país mediterráneo acoja una nueva edición de la cumbre surgida en Porto Alegre en 2001. Aunque también asume las críticas que hablan de una excesiva burocratización y falta de reflejos para presentar alternativas ante un mundo cambiante.

Esta es la primera edición del Foro Social Mundial que tiene lugar en un país árabe. ¿Por qué era importante traer el evento a Túnez?

Hemos luchado en el Estado francés contra el acoso a los migrantes y en Túnez contra las dictaduras. Primero la de Habib Bourghiba y luego la de Zine el Abidine Ben Ali. Ahora seguimos luchando por las libertades, que están siendo amenazadas. El Foro es importante porque prueba que podemos vivir juntos, cinco días, con ideas, culturas y religiones diferentes. Podemos vivir de un modo positivo en el diálogo y no en el odio o las bombas. En Túnez tenemos gente que pretenden imponer sus ideas retrógadas por la fuerza. Hablo de ciertos grupos religiosos. Podemos construir un mundo diferentes y esta es la prueba. Aunque la base no es la discusión teórica sino la práctica, que la gente se encuentre, intercambie.

¿Qué cree que aporta la llegada a un país árabe?

Hay nuevas problemáticas. A cuestiones habituales, como la de Palestina, se le suman reivindicaciones que compartimos a lo largo del Mediterráneo, como el drama de los migrantes. Además está la lucha por la democracia y por la construcción de una nueva esperanza democrática para el mundo árabe. Estas son cuestiones que hasta el momento no se habían tratado, al menos, no con la fuerza con la que llegan ahora.

Tras la revolución que tumbó a Zine El Abidine Ben Ali, la izquierda tunecina ha permanecido agrietada y no ha obtenido el respaldo social que se esperaba. ¿Cree que el Foro puede ayudar a reforzarla?

Es un espacio de comunicación, esperamos que sirva para la izquierda progresista árabe para hacerse conococer y promover sus ideas.

No se puede obviar que las revueltas en el mundo árabe han desembocado en situaciones diversas. La más grave, la guerra civil en Siria. ¿El Foro está condicionado por el conflicto?

Sí, existen dificultades. Tenemos dos posiciones opuestas y nosotros tenemos que permitir que esté todo el mundo que acepte la carta del Foro. Yo tengo mi opinión, pero el Foro no se posiciona. Por el momento esos problemas se reproducen, pero no han bloqueado la discusión.

Ha hecho mención a los problemas con el islamismo. El Gobierno tunecino, en manos de Ennahda, ¿ha puesto trabas? ¿Y los salafistas?

El Gobierno está colaborando, ha puesto los terrenos, sitios para dormir, autobuses... Siendo honestos, nos ha puesto las cosas fáciles, ya que ha comprendido que este evento es bueno para Túnez. Ennahda no ha puesto dificultades y los salafistas no han venido. Además, hay que remarcar que hay islamistas que toman parte en las discusiones.

También se han escuchado críticas por una excesiva dependencia de las ONGs y falta de adecuación a los nuevos retos políticos y económicos.

Hay críticas, especialmente desde las nuevas formas de lucha que llegan desde los indignados. Es cierto, aunque también es remarcable que sea la primera ocasión en la que se celebra en Túnez. Estas críticas deben de ser escuchadas, porque son justas. El Foro tiene que encontrar un nuevo aire y saber adaptarse a nuevas formas de lucha. Objetivamente nos encontramos ante una nueva forma de lucha del altermundialismo. Estas discusiones se producen, pero tampoco creo que haya que oponerse. Creo que seguimos juntos y es buena la discusión.

Discusiones teóricas al margen, el Foro también debería de ser un espacio donde proponer alternativas y coordinar acciones a nivel internacional. ¿Cómo cree que afectará esta edición al panorama político internacional?

Los foros contribuyeron mucho en América Latina a la lucha contra las dictaduras y la construcción de gobiernos que están con las clases populares. Contribuyó, y espero que eso ocurra también en el mundo árabe. No obstante, tampoco puede reemplazar la debilidad de las organizaciones políticas de izquierdas. No es su objetivo. La debilidad del movimiento de izquierdas en el mundo árabe está en su historia.

América Latina es el gran referente. ¿Cree que el evento puede servir para generar alianzas entre dos partes del mundo que comparten un profundo antiimperialismo?

Si, claro. Además, tenemos muchas cosas en común. Una de las victorias de los foros es la irrupción de los movimientos indígenas. Se rompió la dominación interna y pudieron tomar poder político. Espero que eso también ocurra aquí, donde no tenemos integradas. Soy práctico, existen formas de lucha que hay que utilizar y no creo ni en oponer una cuestión con otra, ni en sustituir.

 

siria

«La posición sobre Siria está generando dificultades. Hay dos posiciones y nosotros tenemos que permitir la presencia de todos los que apoyen la carta del Foro»

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