Diego Armando Ulissi trasmite una tranquilidad y una madurez impropias de un chaval que cumplirá 24 años en julio y ya es padre de una niña. Ha tenido que madurar rápido para asumir la aureola que le rodea desde que se proclamó dos años seguidos campeón del mundo junior. Asume las esperanzas puestas en él por su afición, pero no se siente presionado por ello y trabaja para convertirse en corredor de grandes vueltas.

Ulissi ganó con solo 17 años, en su debut en la categoría, el Mundial junior de fondo en ruta de 2006 por delante de Niki Ostergaard (Glud) y Tony Gallopin (RadioShack) y el de 2007 por delante de sus compatriotas Daniele Ratto (Cannondale) y Elia Favilli (su compañero en Lampre). Desde entonces ha tenido que asumir el papel de esperanza italiana y eso no ha dificultado su progresión.

En 2010, en su debut profesional con Lampre, ganó el GP Industria y acabó entre los diez primeros tres vueltas. En 2011 ganó una etapa del Giro y acabó 41º, ganó una etapa y la general del Tour de Eslovenia, fue segundo en el Coppi Bartali y tercero en el Brixia Tour.

El año pasado siguió su progresión al acabar en el puesto 21 el Giro pese a trabajar para Scarponi, ganó dos etapas en la Coppi Bartali y el GP Industria. Y esta temporada ha llegado a Euskal Herria tras ser séptimo en París-Niza y ganar una etapa y la general de la Coppi Bartali.

«Estoy muy bien»

De cara a la Euskal Herriko Itzulia, aunque perdió doce segundos en la primera etapa, trasmite a GARA que «llego en una buena condición y espero hacerlo muy bien. Estoy mejor que el año pasado, que venía aquí para ayudar a Cunego y Scarponi y coger una buena fuga. Este año espero lograr un mejor resultado personal, vengo de vencer en la Coppi Bartali y espero estar adelante. Siendo una carrera World Tour, intentaré lograr los máximos puntos posibles para el equipo. Buscaré hacer una buena general y, si acabo entre los cinco primeros, estará muy bien viendo la calidad de los rivales que hay en esta carrera».

Después de la prueba vasca correrá Amstel, Flecha y Lieja. El año pasado demostró su potencial para las clásicas al ser sexto en Quebec, noveno en Flecha Valona y décimo en Donostia. Pero su objetivo de esta temporada es el Giro: «Espero continuar mi progresión. Este año no tendré que trabajar para Scarponi y quizás pueda optar a un puesto entre los diez primeros».

Porque, aunque se le dan bien las clásicas, «mi objetivo es ser un corredor de grandes vueltas. Trabajo para esto. Hasta ahora he disputado carreras de un día, vueltas de una semana..., pero después de mi último Giro pienso convertirme especialmente en corredor de grandes vueltas».

Asume con naturalidad que «soy la esperanza de la afición italiana. Hay mucha gente que cree en mí, pero yo estoy tranquilo e intento ser feliz con lo que hago. Pretendo convertirme en un buen corredor y no me siento presionado por lo que dicen de mí. Solo pienso en trabajar. Lo demás no me preocupa».

Piensa en trabajar y en el fútbol, porque es un fan declarado de la Juventus. También lo es su padre, cuya pasión por el fútbol ha trasmitido a su hijo, al que puso el nombre de Diego Armando por su admiración por Maradona. Ulissi recuerda que «mi padre era un grandísimo tifossi de la Juventus y en un principio me iba a poner el nombre de Michel, por Platini. Pero como ya había dejado el fútbol dos años antes al final me puso el nombre de Maradona. Yo también soy un grandísimo aficionado de la Juventus».

Pero ante todo es un grandísimo corredor que acaba contrato esta temporada y, en función de cómo le salgan los meses de abril y mayo, será una de las piezas codiciadas del mercado: «Estoy muy bien en Lampre, la escuadra cree muchísimo en mí y mi futuro puede seguir aquí, pero cuando tengamos todas las ofertas delante de la mesa decidiremos cual es la mejor».