Serbia y Kosovo se responsabilizaron mutuamente del fracaso de la ronda negociadora en Bruselas en torno a una normalización de sus relaciones a menos de dos semanas de que la Comisión de Bruselas remita su informe sobre las perspectivas de una futura adhesión de ambos países a la UE al Consejo Europeo de junio.

Serbia anunció que afronta «decisiones difíciles ante su opinión pública» y reivindicó poderes ejecutivos y judiciales para la minoría serbia de Kosovo. Pristina denunció que «desgraciadamente, Serbia sigue sin querer la paz». Fuentes de la UE aseguraron que Kosovo rechazó una propuesta para firmar un acuerdo general dejando los detalles para negociaciones ulteriores. Ya se pide el concurso de EEUU.