No ha sido una semana fácil para Uxue Bilbao Basket, entre los problemas físicos de varios jugadores, pero sobre todo por la tormenta desatada tras las supuestas declaraciones de Adrien Moerman y el posterior desmentido de Mumbrú.

Lo mejor que se puede decir sobre los hombres de negro es que al fin ha llegado el partido de Liga ACB Endesa, última parada antes de la finalísima de la Eurocup en Charleroi. «Vamos a ser sinceros: no está siendo fácil», reconocía Fotis Katsikaris. «Toda la semana no hemos hablado del Lokomotiv Kuban, porque quiero enfocar todo el esfuerzo al partido de Murcia, porque estamos bien, pero después de dos derrotas -ante Manresa y Fuenlabrada- podríamos estar mejor. Por ello, creemos que es importante ganar y recuperar las sensaciones y nuestro juego y actitud para competir», añadía el técnico.

Un Katsikaris que dio por zanjado el tema de la supuesta futura huelga de los jugadores tras las palabras de Mumbrú. «Eso se ha acabado. Tenemos que enfocarnos en los próximos partidos», resumía. En el apartado físico, puede que Rakovic vuelva a jugar, pero Mumbrú no viajó por un esguince de tobillo, una lesión que no impedirá su concurso en la final de la Eurocup de la semana que viene.

Reacción ante los grandes

El UCAM Murcia, próximo rival de los vizcainos, viene de perder por 91-57 en Valladolid. Sin embargo, este precedente provoca aún mayor desconfianza en el preparador de los hombres de negro. En su opinión, «Murcia va a reaccionar y, de hecho, lo hace muy bien después de una dura derrota, porque además suele tener una motivación extra ante los equipos grandes».

Así las cosas, Katsikaris entendía que el encuentro de este mediodía «es una buena prueba porque será un partido muy duro. Después de dos derrotas y haber perdido la chispa en los últimos encuentros, y con todo lo que ha coincidido jugando las semifinales y las lesiones».

Agradeció por ello Katsikaris que «esta semana hemos recuperado algo las sensaciones, puesto que hemos podido entrenar todos y hemos trabajado bien». También agradeció poder «jugar un último partido antes de la final fuera de casa, en lo que a la mentalidad se refiere. Tienes delante un partido complicado y que tienes que ganar», amén de poder olvidarse un poco del ambiente a cuenta de la final del sábado que viene.

Por su parte, en el seno murciano esperan un Bilbao Basket «lleno de calidad y experiencia», en palabras de Óscar Quintana. Tras el varapalo de Valladolid, los pimentoneros esperan sumar otra victoria que los acerque a la permanencia. «Valladolid ya no tiene solución y ahora toca ganar en casa», declaraba el técnico murciano.