Raimundo Fitero
No saben
A los auténticos deportistas de salón nos encantan los supuestos deportes donde los ejecutantes conducen máquinas sobre las que van medio tumbados boca arriba, Fórmula 1, o que van tumbados boca abajo y colgados por sus flancos, como son las motos. Son dos espectáculos televisivos que se retransmiten en más países que miembros de la ONU, en los que las audiencias son auténticamente globales, universales y por ello hay que estar atentos a la publicidad estática, que es la que lo sustenta y después a la que cada canal local emite, que es la que le ayuda a pagar los derechos y los comentaristas.
Las motos se emiten en los canales de Mediaset. El peregrinaje de los acontecimientos deportivos de los últimos años es un síntoma del cambio de modelo económico en las empresas audiovisuales. Todos los previos de la primera carrera, que es nocturna para que se emita en un horario global más adecuado, se están ofreciendo por Energy, pero hoy las carreras se emitirán por Telecinco, lo que nos hacen comprender que estamos ante una opción complementaria para todos sus canales, una inversión transversal.
Desde que las motos están en esta cadena, se ha visto que el equipo de retransmisiones de TVE estaba muy especializado. Los años de experiencia se notaban y los colaboradores habituales eran de primer orden. Por las razones que sean, en Mediaset no aciertan con los especialistas. Tenían un equipo en los boxes, que hace unos meses, al poco de empezar la nueva temporada, fue despedido y cambiado por otro. Entre ellos una pesadilla de los deportes, de todos, por su impericia y su constancia: Nico Abad. Un desastre anunciado. Pero es que el equipo habitual, en los primeros entrenamientos libres, uno de ellos no sabía ni leer el ordenador con los tiempos. Algo inaudito, impresionante, como si estuviera a ciegas, pero no era así, porque otro de los locutores sí veía, como veíamos nosotros. ¿Desde dónde retransmitían? Aquí puede estar la clave. Esperemos a ver cómo resuelven en el momento de la verdad, en las carreras. Y si molestan mucho, porque no saben, se quita el audio y a disfrutar de las motos y sus imágenes sobrecogedoras, que es lo bueno.