Los colectivos Kakitzat, Kem-Moc, Askapena, Komite Internazionalistak, Eguzki y Ekologistak Martxan celebraron ayer la sexta edición de Marcha Ciclista contra la Industria y el Gasto Militar.

Los participantes desafiaron a la adversa climatología en un recorrido que dio comienzo en Bilbo, ante la sede de la Diputación de Bizkaia. Desde allí enfilaron la margen izquierda para llegar a la sede de la empresa Precicast, en Barakaldo, y posteriormente, tras cruzar la ría por el Puente Colgante, finalizaron en la compañía Sener (Getxo).

Este año se ha hecho especial hincapié en denunciar «la colaboración e implicación de las instituciones y empresas de armas vascas con el Ejército de Israel».

Por ejemplo, en el caso de Sener, los convocantes explicaron que esta firma colabora «con la empresa israelí de armamento Rafael, y ha diseñado los sensores que van en los aviones militares israelís que atacan a la población civil en Gaza; estos sensores sirven para localizar y focalizar el objetivo a bombardear».

Recordaron que el año pasado «representantes del Gobierno y el Parlamento de Gasteiz realizaron una misión institucional a Israel con el fin de conocer su modelo de emprendimiento y de apoyo a empresas de alta base tecnológica».

En cuanto a Precicast, los marchistas apuntaron pertenece al grupo ITP y elabora «componentes del avión de transporte militar Airbus A400M y del avión de combate europeo».

«La industria militar vasca emplea a unas 3.000 personas y vende armamento por valor de 600 millones de euros anuales. Ventas que se producen a los ministerios de Defensa y de las Fuerzas Armadas de España, Estados Unidos, Inglaterra, Marruecos, Egipto, Israel, Brasil, México y Argentina».

Las organizaciones antimilitaristas, internacionalistas y ecologistas aseveraron que «estas empresas armamentísticas reciben ingentes subvenciones por parte de las administraciones públicas; en concreto, cerca de 12 millones de euros en los dos últimos años».