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IBILIZ IBILI | Jesús Mª Alquézar

Las montañas de Aintziriko Ordeka en la sierra de Aralar

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El prolífico autor de libros de montaña Juan Mª Ansa, en su incomparable volumen «Las Malloas de Aralar» -hacia donde dirigimos a nuestros lectores (pags 520/525)-, sugiere ir a descubrir «un idílico paraje, colgado sobre la fuente de Pardeluts y el nacimiento del barranco de Arritzaga y que resulta injustamente olvidado, pese a situarse muy próximo a la transitada ruta de Amezketa a Igaratza. Sus deliciosas praderas se hallan rodeadas por solitarias cumbres, que al no asomarse sobre las Malloas han quedado relegadas a un segundo plano... «. (J.M.Ansa)

Este sobresaliente escenario está enclavado en el centro de la Sierra de Aralar y ello supone que llegar allí, bien desde Amezketa o Guardaetxe, exige una larga aproximación, lo que ssignifica que para pisar todas las cimas en una jornada es una excursión larga. Lo ideal seria pernoctar en algún refugio, de aquellos históricos (Desao, Igaratza) pero, al estar clausurados por diferentes razones, hoy es imposible, aunque siempre nos quedaría la fórmula de la tienda de campaña, cada vez más en desuso en la montaña, pero opción a tener en cuenta para descubrir intensamente este sector, que ofrece diferentes y variadas posibilidades, que deberá trazar el aficionado.

Desde Mendia sugerimos una ruta, que debe complementarse con otras, para poder ser un experto montañero. La opción es Guardaetxe, y para alcanzar las montañas de Aintziriko Ordeka iniciaran los mendizales la marcha en Albi por la muy utilizada vía de Unaga, un ancho camino empedrado en el bosque con marcas rojas que conducirá a los excursionistas por Mugardi, Bustintza y el collado entre Beloki y Txemiñe (Urdangoene lepoa) a las campas. Una vez en los rasos, hay que seguir la senda paralela a la pista (balizas rojiblancsa) para llegar a una señalética existente con varios brazos en lo que puede considerarse la puerta de Aintziriko Ordeka, y que solo debe afrontarse con tiempo despejado. Una vez dentro del macizo el excursionista se encontrará en un laberinto kárstico, con cordales y montañas individualizadas y hoyas herbosas intermedias que se desarrollan a un nivel de los 1.300 m.

En esta propuesta ascenderán primero al Muñoaundioeta en el extremo de dos brazos. A la izda los Labeongo punte o Arbelo (que dejamos para otra ocasión) y, siguiendo al N, pisarán varias cotas hasta terminar en la cima más importante, Koango punte, también conocida como Kobagañe, relativo a una gruta situada a pie de monte al E.

El deportista amante de pisar cumbres tiene otras dos atractivas montañas individualizadas, primero el relevante Urriti o Urgute, que se alcanza fácilmente perdiendo altura, y después más lejano quedará Egurtokiko Gañe, que cierra el circo y está emplazado sobre las bordas de Latosa y cerca de la fuente de Pardeluts. De nuevo los excursionistas deberán descender por un bucólico vallecito para encaramarse a su rocosa cúspide.

En este Ibiliz aquí termina esta primera exploración, y tocará regresar. Para ello, los montañeros llegarán hasta Pardeluts, inclinando los pasos al SW y por el tradicional recorrido de la travesía Amezketa-Guardaetxe, por la pisada senda pasarán por los estratégicos puntos de Amabirjin harria, Perileku (indicador de Igaratza) y, una vez en la señalética antes citada, tomarán la ruta de Desao (aún está en pie el refugio rojo) y, sin llegar a los rasos de Pago Mari, irán a la izda, por los dos refugios y el bucólico camino de bosque del collado de Ipuzmeaka que, bajo el Eulatz, atravesando la sierra en diagonal W/E llega al camino de Unaga en Bustintza, para finalizar nuevamente en Albi.

Aquí finaliza una preciosa y variada excursión, en la que cada deportista puede trazar su propio itinerario, que conjuga el bosque del Realengo, las campas de Unaga con las montañas calizas de Aintziriko Ordeka, y que, seguro, animará al excursionista a volver para completar el conocimiento de esta zona.

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