Markel Susaeta reconoce la deuda que tienen con la afición esta temporada
«San Mamés merece una alegría»
Bielsa alumbra su posible once con Ramalho, Ekiza, San José, Aurtenetxe, en defensa, Iturraspe por delante y Muniain con Herrera.
Joseba VIVANCO
Marcelo Bielsa sigue haciendo probaturas para dar con su once ideal que enfrente al Madrid. Lo empezó a vislumbrar ayer en el ya habitual triangular con presencia del filial y los posteriores ejercicios de presión. Iraizoz, Ramalho -por cierto convocado por la sub'20 española junto al portero Kepa Arrizabalaga para unos entrenamientos-, Ekiza, San José, Aurtenetxe, Iturraspe, Herrera, Muniain, Susaeta, Ibai y Llorente podría bien ser el equipo que salte de inicio el domingo. Pero son varias las incógnitas, incluidas la recuperación o no de Iraola -que sigue sin entrenarse- y hasta la del propio Ibai, lastrado, que no participó en la pachanga.
Jugaron teóricos titulares, teóricos suplentes junto a los sancionados y chavales del filial, un triangular en el que Bielsa alineó al principio a Castillo en el lateral izquierdo y a Aurtenetxe de central, con San José e Iturraspe acompañando a Herrera, y ante la ausencia de Ibai, con Muniain y Susaeta por bandas. Luego, en posteriores ejercicios de presión sobre la defensa, retrasó a San José al eje de la zaga y recolocó a Jon Aurtenetxe en la banda izquierda; Muniain se colocó entonces junto a su buen amigo Herrera.
Los leones regresarán hoy, a las 10.00, a Lezama y después será Marcelo Bielsa el que comparezca en sala de prensa y se verá si arroja algo más de luz sobre sus intenciones. Quien compareció ante los medios fue Markel Susaeta, que regresa tras su partido de sanción y con la necesidad de cabalgar como nunca por su banda diestra.
Jugar un partido «perfecto»
El eibartarra no es ajeno a lo que representa la visita de los madrileños, por rivalidad, por dificultad y por la necesidad de los puntos en juego, mucho más para los locales. «Un partido perfecto por nuestra parte», reconoce el extremo sobre lo que debe hacer el equipo, apuntalando primero «la defensa, tapar esos contragolpes del mejor equipo del mundo contragolpeando. Si estamos ahí bien, tendremos alguna ocasión y si estamos acertados tendremos opciones de ganar el partido».
El problema es que visto lo visto, parece pedir demasiado el rojiblanco: cerrar filas en defensa y acertar arriba. Y eso teniendo en cuenta que a priori el Athletic querrá llevar la iniciativa y los de Jose Mourinho dominan como nadie el arte del contragolpe. Decimos que a priori porque hemos visto al equipo renunciar a ese protagonismo, queriendo o sin querer, sin ir más lejos ante el Granada en el último partido en casa.
Susaeta defiende ante este difícil choque que «hay especiales ganas de ganar, pero ganas de dar una alegría a la afición y que salga un día redondo contra el Real Madrid. Tiene los mejores jugadores del mundo y estos partidos son especiales, encima es el último partido en San Mamés... tiene muchos alicientes. Un partido bonito de jugar y de ver».
Alicientes que se unen quizá al más especial de todos, como señala el propio jugador: «San Mamés se merece eso y más, después de esta temporada, qué mejor ocasión para dar una alegría a la afición y a nosotros mismos». A Susaeta no le cabe ninguna duda sobre la respuesta de esa afición, incluso a pesar de nuevas decepciones como la derrota última ante el Sevilla, porque entiende que «la gente siempre responde cuando la cosa está bien y cuando está mal y este tramo final así lo está demostrando; lo vemos en esas colas».
Fue el 12 de abril de 1953, hoy hace sesenta años, cuando San Mamés estrenó su recién terminada y flamante Tribuna Principal y su emblemático arco que la sostenía. Fue en partido de Liga, ante el Oviedo, y los Carmelo, Orue, Garay, Canito, Zarra, Panizo, Artetxe -anotó dos goles- y compañía no pudieron pasar del empate ante los asturianos, aunque el público asistente se divirtió con los tres goles de cada equipo. ``San Mamés estrena tribuna'' se limitaba a titular un periódico de entonces. Una gran obra de ingeniería para la época, que permitió además al estadio acoger hasta unos 35.000 espectadores. Precisamente, esta tribuna será la última en ser derruida antes de dar paso al nuevo campo. J.V.
Los viejos futboleros sostienen que el verdadero clásico del Athletic no es su derbi contra su vecino donostiarra, sino la visita del Real Madrid a San Mamés. No en vano se han enfrentado en suelo vasco nada menos que 81 veces, con 37 triunfos locales, 28 visitantes y 16 empates como resumen. Mucho ha llovido desde aquel primer 23 de junio de 1929, en que los goles de Unamuno y Carmelo sentenciaron la primera visita merengue a La Catedral, dejando, por cierto, el título en bandeja al Barcelona. Hoy, cada acercamiento de los madrileños es casi un paseo triunfal ante la impotencia rojiblanca, como sucedió la pasada temporada donde los blancos se proclamaron campeones sobre el mismísimo césped de San Mamés, con corte de mangas de Cristiano Ronaldo y manteo de Mourinho incluidos.
Triunfos visitantes que en las últimas siete campañas se han repetido hasta en seis ocasiones. El único triunfo local en estos últimos siete años fue el 1-0 registrado el 16 de enero de 2010 gracias a un gol de Fernando Llorente a los dos minutos de partido; luego, la sublime actuación de Gorka Iraizoz hizo el resto. Tras esa victoria, el equipo madrileño ha sumado otros dos triunfos, ambos por sendos 0-3 (Kaka, 2 de penalti, y Cristiano Ronaldo/Higuain, Ozil y Cristiano Ronaldo). El último empate entre ambos equipos se remonta a hace más de una década, el 26 de enero de 2003, cuando Asier del Horno y Ronaldo establecieron el 1-1 con el que finalizó el encuentro. La incógnita será saber si en este clásico del adiós en el viejo estadio el Athletic es capaz de sacar sus garras y asestar un último zarpazo al Madrid. J.V.