REAL Acertó en sus dos primeras oportunidades y después supo defender sin conceder espacios y oportunidades al Rayo
Equipo y afición de Champions
La Real casi se aseguró la clasificación europea al aventajar en diez puntos y el average al Rayo, que fue incapaz de reaccionar a los dos goles de Agirretxe marcados en los primeros trece minutos. A partir de este momento la cuarta plaza se convierte en el objetivo único.
RAYO VALLECANO 0
REAL SOCIEDAD 2
Joseba ITURRIA
Vallecas, uno de los campos que se resistía a la Real, se rindió ayer ante un equipo y una afición de Champions, que es el único objetivo que cabe marcar una vez asegurado virtualmente un billete para Europa al distanciar con su victoria al Rayo en diez puntos y el average.
Era una victoria fundamental para asegurar una clasificación europea. Pero lo más bonito no fue el triunfo, sino la forma en la que se comportaron el equipo y su afición. La Real ganó fiel a su estilo. Le basta con una oleada de fútbol para llevarse por delante a sus rivales y, a partir de ahí, sabe jugar con el marcador pese a su juventud como si fuera un equipo veterano, pero sin recurrir a las tretas que están de moda en el fútbol. Estos chavales no saben tirarse al suelo, ni simular una lesión para perder el tiempo. No les hace falta. Prefieren hacer las cosas a su forma, sin pegar una mala patada, sin un mal gesto.
Y están en estado de gracia. Les bastaron dos oportunidades para marcar dos goles en un inicio de encuentro abierto como le gusta al Rayo. A partir de ahí, decidieron cerrarlo. Cedieron el balón a su rival, que tuvo el 60% de la posesión y demostró que si no tiene espacios para correr no es peligroso. Si tiene el presupuesto más bajo de Primera es por algo, porque sus jugadores no tienen la calidad necesaria para imponerse a equipos bien ordenados.
Porque se habla, y con argumentos sobrados, de la calidad de los realistas, pero lo más destacable no es lo que hacen con el balón. Que jugadores del nivel ofensivo y de la forma de ser alegre de Vela y Griezmann defiendan como si fueran laterales para cerrar las bandas demuestra el mérito de su entrenador.
Como tantas otras teorías, ha desterrado la de la manta, que sostiene que no te puedes tapar la cabeza y los pies al mismo tiempo. La que ha tejido Montanier cubre desde la cabeza a los pies y da para ser un equipo maravilloso con el balón, con 57 goles que le convierten en el tercer equipo máximo realizador después de los dos de la otra Liga, y para defender bien, con un espíritu de sacrificio colectivo que le permitió jugar 80 minutos sin apenas conceder ocasiones.
De muestra, un botón
Hasta la oportunidad más clara del Rayo demostró cómo defiende la Real cuando Piti con un recorte superó a Markel y Carlos Martínez. Se resbaló Mikel González y De la Bella acudió a apagar el fuego y a impedir que Leo Baptistao recortara distancias.
La Real, ante todo y sobre todo, es un equipo que sabe a lo que juega y para el que ya no existen excusas. Hace meses que ha dado el paso adelante que le faltaba y ya no retrocede ni para coger impulso. Si antes dejaba pasar las olas favorables, ahora es capaz de coger una en el Paseo Nuevo y llegar por el Urumea hasta Goizueta.
No hay ningún obstáculo que se le resista a este equipo. Jugaba en un campo pequeño que se le daba de horror, a las doce del mediodía, con sol y calor, pero había más de 2.000 personas vestidas con camiseta blanquiazul decididas a que su equipo se sintiera como en casa y lo consiguió. Si este equipo solo merece elogios y clasificarse para la Champions, su afición también.
En una sociedad tan deteriorada y con una crisis tan brutal que la gente pueda disfrutar e ilusionarse con esta Real es algo maravilloso. Es un placer para el equipo jugar ante su público solo equiparable al que siente la afición cuando ve a sus jugadores. Aficionados y jugadores han formado una conexión en la que solo existen polos positivos.
Como en Anoeta
Así la Real jugó como local en Madrid con un público vallecano sano -para ser del Rayo y no del Madrid y del Atlético hay que ser diferente- que mostró sus simpatías hacia el equipo blanquiazul y hacia sus seguidores. Ellos también merecen el temporadón de su equipo.
Y como local en un ambiente favorable la Real ganó como en Anoeta al Valladolid y al Málaga. Le bastó con quince minutos de fútbol exquisito y dos goles de Agirretxe. El primero llegó tras un saque de Bravo que Griezmann controló y cedió para que De la Bella recorriera toda su banda y centrara para que el delantero marcara. En la segunda Carlos Martínez envió un globo a la misma banda izquierda en la que apareció Xabi Prieto para volver a asistir al usurbildarra.
Paco Jémez no encajó bien el golpe y cambió al cuarto de hora a sus dos jugadores de banda derecha a los que responsabilizó de los goles, pero eso no cambió el partido. Como ante Valladolid y Málaga, la Real entendió que no necesitaba asumir más riesgos y se limitó a controlarlo sin dejar espacios al Rayo y sin permitirle entrar en el marcador.
Eso permitió a Montanier empezar a pensar en los próximos partidos y pidió a Illarramendi que forzara su décima tarjeta antes de cambiarlo, como hizo con Vela y Xabi Prieto, para no forzar después de una semana con problemas físicos. Entendió que para jugar contra Osasuna no podía exponer a su medio centro más importante y lo reserva para jugar con el Valencia un partido en el que el equipo y su afición intentarán volver a demostrar que son de Champions. Será otra final como la de ayer, con la diferencia de que entonces el premio será jugar en agosto la opción de colocar a la Real donde sus jugadores y sus seguidores se merecen.
Philippe Montanier agradeció antes de iniciar su rueda de prensa el apoyo de los más de 2.000 aficionados desplazados a Vallecas y todos los jugadores coincidieron en la misma línea. Del partido, el técnico dijo que «hemos tenido la ambición desde el inicio de ganar, con muchas ganas y voluntad para presionar y aprovechar la primera ocasión. Sabemos que para el Rayo marcar dos goles no es un problema, nunca abandona. Lo más importante era estar muy bien, sólidos en defensa, y aprovechar nuestra velocidad y el talento de nuestros atacantes para rematar el partido».
Sobre las opciones europeas de la Real, comentó que «tenemos una buena ventaja, pero no es suficiente. Quedan siete partidos y será difícil, pero si seguimos con la misma mentalidad y actitud todo se puede». De su renovación dijo que «no es un momento de hablar de mi futuro, lo importante es que el futuro de la Real dará muchas alegrías».
Paco Jémez, técnico del Rayo, dijo que «si puedo hacer siete cambios, los hago. Si hay gente que no está al nivel o no hace lo que le he pedido, lo cambio». De la Real añadió que «es un buen equipo. Ha sabido ganar el partido cuando lo tenía que ganar, ha sido superior cuando ha tenido que serlo y ha sabido defender el resultado. Está arriba por méritos propios y es de los mejores equipos que han pasado por aquí». GARA
La Real regresó ayer tras comer en el Asador Donostiarra de Madrid en un vuelo a Hondarribia, hoy tendrá descanso y mañana comenzará a preparar en Zubieta (11:00) el partido que jugará en Iruñea contra Osasuna el domingo a las 19:00.
El cadete vuelve a liderar la Liga Vasca tras ganar 6-1 al Gernika y perder ante el Getxo el Athletic, que queda a dos puntos. El Easo reforzó su liderato al ganar 3-1 al segundo, el Arenas, que queda a cuatro puntos. También ganaron el cadete txiki al Lazkao (4-1), el infantil al Kostkas (0-4) y el txiki al Billabona (0-5). El juvenil perdió ante el Aurrera de Gasteiz (4-1).