Maite SOROA | msoroa@gara.net
Que vuelva Aintzane
Como comentábamos en una anterior lupa, arrancó la Ponencia de Paz y Convivencia del Parlamento de Gasteiz, y el tema sigue dando juego. Sobre todo en «El Correo», donde no acaban de ver con buenos ojos su composición. Ayer era el profesor de la UPV Pedro José Chacón quien escribía del tema. Señalaba que «la paradoja de este nuevo inicio de la ponencia consiste en que un partido como el PP, que participó intensamente en su creación y suscribió su texto de referencia, luego, cuando hubo que pasar de las palabras a los hechos, se quedó fuera de la misma, mientras que otro, EH Bildu, que se abstuvo al votar sus principios, la integra ahora con aparente naturalidad». Lo que indica que al PP le cuesta aceptar el resultado de unas elecciones sin apartheid.
Chacón destaca después que esta iniciativa nació de Aintzane Ezenarro, que puso todo su empeño en poner en marcha ese foro a pesar de que excluía a la izquierda abertzale. Aunque el profesor lo cuenta a su manera y afirma que «la preocupación de Aintzane Ezenarro (...) era que el PP no vetara la entrada en la misma de la izquierda abertzale cuando esta volviera al Parlamento. Seguramente condicionada en exceso por un ambiente abertzale radical dominante al que tantos a su alrededor sucumbieron, la intrépida parlamentaria no era capaz de prever lo que iba a ocurrir en realidad. Su propio partido, embarcado en aliarse de nuevo con la izquierda abertzale, la expulsaba un par de semanas después y sus previsiones de que el PP vetaría a la izquierda abertzale se cumplieron, solo que al revés: no solo no la ha vetado, sino que ha sido él el que se ha quedado fuera, al menos de momento». ¿Se pueden retorcer tantos hechos en un solo párrafo? Porque fueron la intrépida y compañía quienes se situaron fuera de su partido al hacer lo opuesto a lo que este había decidido. Y al PP no le ha vetado nadie, no está en la ponencia porque no le da la gana. Por cierto, ¿cómo podría el PP vetar a EH Bildu? Les puede el subconsciente.
La cuestión es que Chacón está obnubilado con Ezenarro y la quiere de vuelta. Lo dice sin rodeos: «lo que resulta de un despilfarro político incomprensible es que veteranos como Egibar, Pastor o Damborenea, que secundaron el entusiasmo cívico de Aintzane, no rescaten, siquiera simbólicamente, en estos momentos delicados para la ponencia, el coraje y la valía de su principal impulsora». Operación rescate al canto. Ya veremos cuanto tardan en buscarle un chiringuito.