El director de los Servicios Informativos de TVE, Julio Somoano, lleva camino de transformar el ente público en aquel mítico circo en el que los enanos crecían desmesuradamente.

Ayer, se escenificó un nuevo triple salto sin red: Somoano, asumido su rol de jefe de pista, cesó de manera fulminante a una integrante de su equipo de subdirección, Cecilia Gómez. El motivo tal y como ha revelado Vertele no deja de ser de lo más rocambolesco y nos recuerda el peligro de enviar un e-mail al buzón equivocado.

Descalificaciones

Todo comenzó cuando Cecilia Gómez, en su intento por hacer llegar al Consejo de Informativos de TVE un rutinario informe sobre un cambio en la redacción de la CAV, envió un documento en el atacaba a este organismo. Gómez, al parecer, no se ha andado con rodeos a la hora de describir mediante adjetivos muy despectivos a varios periodistas que habían concurrido a las últimas elecciones del Consejo de Informativos y de los cuales dudaba de su filiación política.

El documento «Consejo de Informativos de TVE para Charo» pone en entredicho la presunta imparcialidad y objetividad que, una y otra vez, abandera Somoano y pone de manifiesto las luchas intestinas que se suceden en el seno de un ente obsesionado por blindar ideológicamente cada una de las noticias que emite.

Al parecer, la «Charo» aludida en el informe equivocado es Rosario López Miralles, consejera nombrada por el PP y de la que Gómez fue asesora.

Conocidos los hechos, profesionales de TVE y miembros del Consejo de Informativos han cargado contra Cecilia Gómez, calificando esta situación como una control ideológico desmesurado. El asunto ha culminado con una surrealista «dimisión sugerida». Por su parte, la dimitida ha incluido en su carta párrafos tan suculentos como «se me atribuye un correo interno que no reconozco», por lo que considera que debe «presentar su dimisión para no causar más problemas a TVE».