«Ahora o nunca». Juan Carlos Longás, el candidato de la moción de censura que los grupos de EH Bildu presentaron contra Yolanda Barcina y que se debatirá mañana en el Parlamento, fue muy gráfico a la hora de destacar la necesidad de impulsar un cambio de gobierno en Nafarroa. En un encuentro con colectivos sociales, Longás subrayó que el herrialde se encuentra en una situación de emergencia política, social y económica a la que hay que hacer frente lo antes posible.

Volvió a rechazar categóricamente la inconveniencia de la moción de censura, recordando que los llamamientos a que Barcina dimita, convoque elecciones o se someta a una moción de confianza no tienen recorrido porque están en manos de la propia presidenta.

«Es que solo nos quedaba la moción de censura. Y más teniendo en cuenta que Barcina ha optado por no cumplir las leyes que el Parlamento aprueba en sentido contrario a su política», destacó Longás.

«El Gobierno [de UPN] es la crisis», añadió el candidato, subrayando que en Nafarroa han confluido elementos externos e internos a la hora de provocar la actual situación de emergencia.

En este sentido, resaltó que «el cortijo foral existe, no es algo que se dice para hacer chistes en los bares. Está formado por seudoempresarios que han ordeñado el presupuesto público para hacer negocio».

A ello, se añade que «el presupuesto navarro está lastrado por los disparates que se han cometido en los años de bonanza», entre los que citó el circuito de Los Arcos -que se come cinco millones de euros cada año-, los peajes en la sombra o el pabellón Reyno Arena.

«Tras situar el control del déficit en una capilla del Palacio de Navarra tras retirar al santo que había», los recortes antisociales aplicados por el Gobierno navarro han desmantelado «lo poco que había de un estado de bienestar que no era, ni mucho menos, completo».

«La sociedad navarra está exhausta. Las perspectivas de seguir así dos años más son demoledoras. Ponen los pelos de punta. Al día siguiente de la moción de censura, los problemas seguirán. Pero si se pierde la votación, además de los problemas tendremos a este Gobierno», añadió Longás.

Asimismo, incidió que la situación política que vive actualmente Nafarroa no es la misma que cuando Barcina fue investida presidenta. Entonces, logró la mayoría absoluta con un Gobierno en coalición con el PSN. Hoy está en minoría en el Parlamento. En estos meses se ha consumado la desaparición de Caja Navarra y los casos de corrupción han vuelto a aparecer por doquier en Nafarroa.

Longás insistió en que la moción de censura se ha presentado para forzar una convocatoria de elecciones anticipadas y alertó de que los plazos para ello se agotan. En esta línea, recordó que la moción no es algo que se agote el jueves, sino que es un paso en el camino para lograr una política alternativa a la que ha desarrollado UPN.

Emplazamiento al PSN

La plataforma Barcina Go Home, por su parte, presentó ayer en el Registro del Parlamento una carta dirigida a cada electo del PSN en la que les instan a que voten a favor de la moción de censura. El anuncio de que se posicionarán en contra blinda a Barcina y cierre la puerta a un cambio político en Nafarroa.

«No hay ninguna razón que impida que la oposición se una aquí y ahora para quitar a Barcina del Gobierno de Navarra y dar la palabra al pueblo. Si se quiere, se puede echar a Barcina y a UPN del Gobierno esta misma semana. De hecho, pensamos que lo mejor para no seguir perdiendo más derechos sociales es expulsar a Barcina y a UPN del poder lo antes posible», señala la misiva entregada a los parlamentarios del PSN, en la que se recuerda que en Nafarroa hay 56.000 parados -de los que 11.000 no reciben ninguna prestación- y se han deteriorado los servicios públicas hasta «dar comida basura a los enfermos».