Como si de la segunda mitad del partido ante el Armani Milano se tratase, Caja Laboral Baskonia se encuentra en una situación límite. Como pierda frente al CSKA de Moscú, se habrá acabado la Euroliga 2012/13 para los pupilos de Zan Tabak. Y en honor a la verdad, visto lo visto en los dos primeros encuentros de la serie entre los rusos y los gasteiztarras, Zurbano deberá convertirse en una especie de corte de los milagros para evitar lo que parece inevitable.

«En este tercer partido debemos ofrecer una imagen bien distinta», suplicaba Zan Tabak en la previa del partido de esta noche. El técnico dálmata ha visto cómo sus muchachos apenas han opuesto resistencia frente a la escuadra del Ejército Rojo, excepto durante 15 minutos del segundo envite. Sobre todo en defensa, los baskonistas deberán cerrar las penetraciones de los bases, que en estos dos primeros choques han hallado autopistas sin peaje, con vía libre para asistir a los pívots, que se han hartado de machacar sin rivales cerca.

Con todo, en opinión de Tabak esa imagen no se corresponde con la realidad del Baskonia. «La diferencia que se ha visto entre los dos equipos no es real. Es uno de los dos o tres mejores equipos de Europa, pero podemos hacerlo mejor. El primer partido salimos con demasiado respeto y en el segundo salimos bien, pero al inicio del tercer cuarto nos pasó lo mismo que otras veces: nos hacen un parcial y no sabemos reaccionar. Jugar bien en casa es una cuestión de orgullo y una deuda con nosotros mismos y con la afición», reivindicó el de Split.

En ese sentido, el aplazamiento del derbi de Miribilla puede beneficiar a los suyos, en lo físico y lo mental, opinaba Tabak. «Estos últimos días hemos hecho trabajo mental y físico. Hemos tenido más tiempo gracias a este partido de ACB que no se ha disputado por la final de la Eurocup. Físicamente estamos preparados y mentalmente también para que los jugadores no se vengan abajo y piensen que podemos hacerlo», dijo.