El Consejo y los técnicos de la Real han decidido aparcar hasta final de temporada cualquier comentario sobre casos individuales para evitar que ni el equipo ni el entorno desvíe la atención de lo deportivo.

Montanier venía a desvelar esa directriz ayer al final de su rueda de prensa cuando un periodista le trasmitía que la semana anterior no se le había preguntado por su futuro y que Loren había dado a entender que iba a seguir en el banquillo.

El normando respondió que «no he leído las palabras de Loren y para mí es difícil comentarlas, pero siempre digo a los jugadores que lo más importante es jugar para el equipo y sus compañeros y no pensar en su caso particular y yo tengo la obligación de respetar esto y no hacer lo contrario, y no quiero hablar de mi futuro».

Y no lo hará, ni el Consejo, hasta final de temporada, que será cuando se reúnan para concretar los términos de una renovación que no admite dudas porque todos quieren seguir con este proyecto, hasta la inmensa mayoría de los detractores del técnico que hace unos meses solicitaban su dimisión.

De la Bella no está descartado

Hasta junio Montanier solo hablará del partido de cada fin de semana. Para el de mañana en Iruñea, no descartó a Alberto de la Bella, a pesar de que el catalán no trabajó ayer junto a sus compañeros y se limitó a realizar trabajo personalizado, como Jon Ansotegi. Sobre las opciones de los dos de entrar en la convocatoria se mostró optimista, aunque prudente hasta comprobar su respuesta en el entrenamiento más intenso que dirigirá esta tarde en Zubieta.

Zurutuza, que progresa a buen ritmo de su rotura fibrilar, es el único descartado por lesión e Illarramendi también será baja por sanción después de que los técnicos le pidieran que forzara su décima tarjeta para asegurar su presencia con el Valencia y en los últimos partidos.

Montanier no quiso confirmar, obviamente, que forzó su sanción y apuntó a Elustondo, que será el elegido salvo sorpresa, y Pardo, como opciones para sustituirlo con garantías: «No calculamos esas cosas. Asier es un jugador importante, pero podemos jugar sin Asier ni Zurutuza, como jugamos en Cornellá sin Bravo ni Vela. La fuerza de la Real es más la plantilla, su complementariedad para compensar dos o tres bajas. Para nosotros no es un problema».

Sin miedo a un partido duro

Tampoco dijo Montanier que la razón de dar descanso mañana a Illarramendi se debe a la forma de jugar de Osasuna. Cuando se le recordó el amistoso de Iruñea del que salieron varios realistas lesionados, el técnico respondía que «la diferencia con un amistoso es que hay tarjetas, el contexto es diferente con el árbitro. Podemos jugar partidos de once contra diez si hay mucha intensidad y agresividad porque hay un arbitro que va a sancionarla, pero no tenemos miedo a jugar un partido duro».

Aunque el estilo de juego de Rayo y Osasuna no tienen nada que ver, el técnico entendía que el partido de Vallecas fue una buena preparación para el de mañana: «Me gustó la actitud en defensa, la necesitamos siempre, pero quizás más fuera de casa y, sobre todo, ante Osasuna. Debemos jugar con mucha intensidad defensiva y ofensiva, pero también con calidad técnica porque para mí el fútbol es un deporte de técnica».

De Osasuna destacó que «es una de las mejores defensas, tienen buenos jugadores ofensivos, aunque quizás no tengan eficacia. Jugarán a tope desde el inicio hasta el final, será un partido duro. Este año es la primera vez que jugaremos un partido de este tipo y tenemos confianza en imponer nuestro juego».

Elogió a Agirretxe por sus últimas actuaciones y, cuando se le preguntó si no acabar cuartos sería una decepción, admitió que «hay mucha ilusión, en los últimos 20 años la Real solo se ha clasificado dos veces para Europa porque es la mejor liga del mundo. Pero más que pensar en una decepción o en una ilusión, hay que pensar en el partido de Osasuna. Nuestro puesto final será la consecuencia de nuestro nivel y de nuestra calidad en el campo». Es el discurso de siempre, pero de ahí no se va a salir.