Aumentan la presión y las críticas al FBI en relación al atentado de Boston
Los republicanos presionan para que el joven Dzhojan Tsarnaev sea tratado como «combatiente enemigo» y critican al FBI por sus fallos en la vigilancia sobre su hermano Tamerlan tras volver de su estancia de seis meses en Daguestán mientras se pretende interrogar al detenido, que sigue muy grave, recurriendo a una controvertida excepción de la legislación de EEUU que permite no leerle sus derechos.
GARA | BOSTON
Los estadounidenses siguen esperando repuestas para las numerosa preguntas que tienen en torno al atentado de Boston que el pasado lunes costó la vida a tres personas e hirió a 180, y de que las autoridades responsabilizan a los hermanos de origen checheno Tamerlan -muerto durante la persecución policial- y Dzhojan Tsarnaev, detenido gravemente herido y al que el FBI sigue esperando poder interrogar, aunque podría no volver a hablar al tener un disparo en la garganta.
La versión oficial dice que el joven checheno de 19 años, que está entubado y sedado, inició un tiroteo con agentes del FBI cuando estos iban a detenerle en la lancha donde se refugió. Se desconoce el origen de la herida en su garganta, que le hizo perder mucha sangre, aunque todo apunta a un disparo, puesto que presenta una trayectoria de entrada y salida. Algunas fuentes creen que se pudo producir durante la persecución, y otras, como la cadena CBS, apuntan a un intento de suicidio. La gravedad de esta herida -tiene otro disparo en la pierna- podría impedirle volver a hablar, pero el FBI sigue esperando para interrogarle y despejar algunas incógnitas relacionadas con el caso.
El FBI y la CIA tienen previsto interrogarle recurriendo a una polémica excepción que permite la Justicia estadounidense invocando la «seguridad pública» y que fue avalada por el Tribunal Supremo en 1984. En ese caso, no se informa al detenido del derecho a permanecer en silencio o de que todo lo que diga puede ser utilizado en su contra o de que evite hablar con la Policía sin presencia de un abogado. La excepción permite a los agentes iniciar un interrogatorio sin aviso previo y al Gobierno utilizar esa declaración como prueba directa en una investigación.
El director de la Unión Americana de Derechos Civiles, Anthony Romero, subrayó en una nota que «la excepción de la seguridad pública debe ser interpretada de manera restrictiva».
No obstante, en 2010, la Administración Obama instruyó a los agentes para que aprovechen al máximo el margen que les da la sentencia del Supremo de 1984, antes de leer sus derechos a determinados detenidos.
«Combatiente enemigo»
Mientras, comienza la presión de los republicanos para que Tsarnaev sea tratado como «combatiente enemigo», un estatus aplicado a los detenidos en Guantánamo y que permite que una persona pueda ser detenida indefinidamente sin ser procesada o que sea juzgada por un tribunal militar.
El senador Lindsay Graham dijo que debe ser así «para proteger» a EEUU, que se encuentra «bajo la amenaza del islam extremista». Aseguró que el objetivo de ese tratamiento es «obtener información relevante en la lucha antiterrorismo», sin que pueda ser utilizada posteriormente en un eventual juicio.
Pero el joven checheno tiene nacionalidad estadounidense y EEUU no aplica este estatus a sus ciudadanos.
Además, empiezan a escucharse críticas desde el bando republicano al FBI, porque como el detenido no puede hablar, los investigadores se centran ahora en el viaje que su hermano Tamerlan, de 26 años, hizo a Daguestán, donde permaneció seis meses. Los republicanos no han dejado pasar la ocasión de cuestionar el trabajo policial ya que, según la madre de los jóvenes chechenos, Tamerlan estuvo tres años controlado por el FBI que, sin embargo, no vigiló su posible «radicalización» cuando regresó a Boston en julio de 2012.
«¿Por qué no se le interrogó a su vuelta? ¿Qué pasó en Chechenia para que se radicalizara?», preguntó el senador Charles Schumer. Su compañero Graham dijo que «el FBI ha dejado pasar» elementos que podrían haber alertado sobre su radicalización.
La insurgencia del Cáucaso Norte negó ayer cualquier implicación en el atentado de Boston, cuyos principales sospechosos los hermanos de origen checheno Dzhojar y Tamerlan Tsarnaev.
«No llevamos a cabo operaciones militares contra Estados Unidos», señala la comandancia rebelde de Daguestán, inestable república norcaucásica vecino de Chechenia, en un comunicado publicado en la web independentista kavkazcenter.com.
«Nosotros luchamos contra Rusia, responsable no solo es de la ocupación del Cáucaso, sino también de los crímenes monstruosos contra los musulmanes», agrega el comunicado.
«Incluso contra nuestro enemigo, el Estado de Rusia, rige la orden del emir (líder de la guerrilla islamista) Doku Umarov, que prohíbe asestar golpes contra blancos civiles», asevera.
El comunicado desmiente las informaciones aparecidas en la prensa de que uno de los Tsarnaev pasó en 2012 seis meses en Daguestán y por tanto está vinculado a la insurgencia.
La guerrilla insta a los medios de información estadounidenses a dejar de lado semejantes especulaciones, que «hacen el juego a la propaganda rusa», e insinúa que los verdaderos autores del atentado podrían ser los servicios secretos de Rusia.
«Si las autoridades estadounidenses realmente quieren hallar a los verdaderos organizadores de las explosiones en Boston y no son cómplices del espectáculo ruso, deberían centrarse en la implicación de los servicios secretos rusos», afirma.
Medios estadounidenses este fin de semana que el FBI está investigando posibles vínculos entre los hermanos Tsarnaev y la resistencia islamista en el Cáucaso Norte que lidera el checheno Doku Umarov. Rusia también los ha investigado sin encontrar nada. GARA
La Policía de Boston aseguró que los sospechosos del atentado del maratón de Boston son los autores de la muerte del agente de las fuerzas del orden del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), Sean Collier.
