El podio del GP de Bahrein volvió a mostrar la misma fotografía del año pasado, en la que el alemán Sebastian Vettel (Red Bull), triple campeón del mundo, volvió a lograr el triunfo, escoltado por los Lotus del finlandés Kimi Raikkonen y el francés Romain Grosjean, segundo y tercero respectivamente. El vigente campeón tuvo el camino al triunfo bastante despejado en una jornada especialmente complicada para sus principales rivales, los Ferrari de Alonso y Massa que, pese a arrancar la carrera en segunda fila, concluyeron el gran premio en octava y decimoquinta posición.

El asturiano, doble campeón del mundo y que aspiraba a sumar un póquer de victorias en el circuito bahreiní, inició muy bien la carrera, peleando con Vettel y encimando siempre al alemán Nico Rosberg (Mercedes), que salía desde la pole.

Sin embargo, la mala suerte se cebó con el español y una avería en el DRS (sistema de reducción de carga aerodinámica) de su vehículo le forzó a entrar en boxes en la octava vuelta, lo que le hizo perder varias posiciones y le obligó a intentar completar una remontada épica para entrar en los puntos, corriendo en inferioridad aerodinámica.

Su compañero de equipo, a quien adelantó el sorprendente Force India del británico Paul Di Resta en la salida, tampoco se salvó del mal fario y tuvo que pasar por boxes en tres ocasiones por dos pinchazos en los neumáticos, que lo situaron en la cola de la carrera y le privaron de luchar por los puntos.

Sin apenas oposición

Ajeno a los problemas de los Ferrari, Vettel dio una lección de conducción y precisión en los primeros compases de la carrera. El de Heppenheim devolvió a Alonso el adelantamiento que este le hizo en la primera curva y se fue a por su compatriota Nico Rosberg (Mercedes), que salía desde la pole y al que superó en la segunda vuelta.

El piloto alemán tuvo muy clara su estrategia en todo momento. En cuanto vio la pista libre por delante, tiró zumbando y abrió hueco a base de vueltas rápidas, sin levantar el pie en ningún momento, en todo un ejercicio de seriedad y autoridad que le permite aumentar la renta sobre sus perseguidores por el Mundial. Ahora mismo, dispone de un colchón de diez puntos sobre Raikkonen, 27 más que Lewis Hamilton, tercero, y 30 sobre el asturiano Alonso.

Con el primer y segundo puesto prácticamente decididos tras la espectacular remontada de Kimi Raikkonen, que fue a una parada menos que el resto, la pelea se centró en la pugna por los puntos. Alonso tuvo que luchar sin la ayuda del DRS contra los McLaren de Jenson Button y Sergio Pérez que, por fin, dieron algunas muestras del potencial que se espera de ellos.

El asturiano, que consiguió entrar en los puntos, perdió finalmente la séptima plaza después de una ardua y espectacular batalla con el piloto mexicano Checo Pérez, al que muchos habían criticado por no ser lo suficientemente agresivo en carrera, y que esta vez terminó 6º.