Lieja-Bastoña-Lieja
Un irlandés gana la decana
Daniel Martin logra la victoria más importante de su carrera por delante de Purito y de Valverde.
GARA | DONOSTIA
Daniel Martin (Garmin), sobrino del excampeón Stephen Roche, ganó ayer la 99ª edición de la Lieja-Bastoña-Lieja, la decana de las clásicas de ciclismo, sobre 261,5 kilómetros. El irlandés, cuya madre es hermana del vencedor del Tour de 1987, entró en la meta delante de Joaquim Rodríguez y Alejandro Valverde.
Purito Rodríguez, segundo en 2009, atacó a 1.200 metros pero le faltaron fuerzas para sostener su apuesta. Por detrás llegó Martin para arrebatarle la victoria, y luego Valverde, ganador en 2006 y 2008, el murciano que de nuevo subió al podio.
Martin -nacido en Birmingham hace 26 años, afincado en Girona y ganador de la última Volta- firmó un nuevo triunfo irlandés 24 años después de la última victoria de Sean Kelly.
El corredor del Garmin distanció en la subida a la línea de meta a Purito, que había atacado antes de la luz roja del último kilómetro. Valverde entró a 9 segundos del vencedor, superando al colombiano Carlos Betancur y al italiano Scarponi en la lucha por la tercera plaza.
El campeón del mundo, el valón Philippe Gilbert, que ganó en 2011 y competía en casa, se hizo con la séptima plaza y luego aseguró: «He corrido muy justo de fuerzas y, como en la Flecha Valona, me ha faltado algo, lo que hace la diferencia. No tenía hoy -por ayer- las piernas del vencedor», admitió.
Durante esta jornada, una escapada lanzada en los primeros kilómetros (Jérôme, B. De Clercq, Fumeaux, Lang, Armée, Veuchelen) tuvo hasta 14 minutos de ventaja (km 43). En el regreso a Lieja tras el paso por Bastoña perdieron su ventaja para ser alcanzados finalmente en el puerto de La Redoute, a 36 kilómetros de la llegada.
Por su parte, los compañeros de Gilbert provocaron a 25 kilómetros de la meta el fracaso de otro grupo (Bardet, Cunego, López, Fuglsang, Costa, Ten Dam, Losada, Fédrigo). El grueso del pelotón se presentó al pie del puerto de Colonster, donde se destacaron seis corredores entre quienes se encontraba Igor Antón, además de Contador, Hesjedal, Urán, Costa y Caruso. El canadiense Hesjedal, compañero de Martin, se presentó solo al pie de Saint-Nicolas, donde se acabaría formando el grupo que disputaría la victoria: Rodríguez, Martin, Gasparotto, Scarponi, Betancur y Valverde.
El irlandés logró la victoria más importante de su carrera un año después de quedar quinto en el mismo escenario. Por contra, el costarricense Andrey Amador, afincado en Iruñea, sufrió una aparatosa caída en el transcurso de la clásica y el corredor del Movistar se fracturó la clavícula derecha. La caída se produjo a falta de unos 40 kilómetros para la meta, al inicio de la ascensión al muro de La Redoute, cuando el pelotón aceleró la marcha preparando la llegada a la meta final de Lieja.
Kittel, en Turquía
Marcel Kittel (Argos Shimano) es el primer líder de la Vuelta a Turquía al imponerse en el sprint masivo de la primera etapa, disputada ayer con salida y llegada en la ciudad de Alanya, de 143 kilómetros de recorrido. El alemán hizo valer su fuerza y excelente colocación en el sprint ante la mejor punta de velocidad de su compatriota Andre Greipel. Hoy se disputará la segunda etapa que unirá Alanya y Antalya, de 153 kilómetros.
A Daniel Martín le costaba asimilar que había ganado la decana: «No creo que sea cierto. Estoy en estado de shock. He soñado con la Lieja-Bastoña-Lieja desde que era un niño. Este es uno de los acontecimientos que nunca dejé de ver en la televisión. Recuerdo duelos increíbles. Pensar que era capaz de ganar esta carrera algún día, probablemente no ...» El irlandés, de 26 años de edad, dijo a AFP que por la mañana había asegurado a su padre «que tenía ocho años para ganar. Yo no creo que pueda hacerlo hoy -por ayer-. También es verdad que admitió que «cuando se empieza una carrera es con la esperanza de ganar. Me sentía en forma, seguro. Mi reciente victoria en la Volta a Catalunya me había tranquilizado, pero ganar la decana, es simplemente increíble», insistió.
Purito Rodriguez, segundo, consideró que hizo «una carrera casi perfecta gracias en buena medida al equipo. En mi opinión hemos adoptado una estrategia inteligente y hemos hecho todo lo posible para tratar de ganar. Lo intenté en el mejor sitio, pero Martin me alcanzó muy rápidamente y me supero en los cien últimos metros», recordó el catalán, ya recuperado de su caída en la Amstel Gold Race.