Decenas de miles de personas -45.000, según la Policía, y 270.000, según los organizadores- tomaron ayer las calles de París para pedir la retirada del proyecto que legaliza el matrimonio entre personas del mismo sexo en el Estado francés y cuya aprobación definitiva está prevista mañana en la Asamblea Nacional.

La de ayer fue la tercera manifestación multitudinaria desde que comenzará el debate sobre el matrimonio gay, una de las promesas electorales del presidente, François Hollande. El pasado 13 de enero, los opositores a esta iniciativa aseguraron haber reunido a un millón de manifestantes (300.000, según la Policía) y el 24 de marzo, a 1,4 millones (340.000, según la Policía).

Quienes se oponen a este proyecto de ley quieren creer que el Gobierno todavía puede dar marcha atrás y renunciar a aplicar esta ley. Aunque también confían en una eventual revocación por parte del Consejo Constitucional.

«Hollande retira tu proyecto», «Un niño necesita un padre y una madre» o «Un niño, no se alquila ni se vende» fueron algunos de los lemas que se podían leer en las pancartas que portaban los manifestantes.

«Hay que decirle al Gobierno que la mayoría de los franceses se opone a que los homosexuales puedan adoptar, que eso va a acabar con nuestra idea de familia», aseguró a Efe Xavier, un estudiante marsellés.

«Lo que nos preocupa no es tanto el matrimonio homosexual, si no que estamos abriendo la puerta a otras cosas», afirmaba Maria, mientras Xavier sostenía que «ya hay lobbys pedófilos en EEUU que piden que se legalice el amor con los niños».

Elisabeth, que acudió a la manifestación con su marido y sus tres niños, afirmó que la manifestación «es sobre todo por el futuro de los hijos, a lo que queremos legar los valores que les pueden hacer más felices, que son un matrimonio entre un hombre y una mujer. El resto son mentiras».

Durante la semana, las protestas diarias cerca de la ASamblea Nacional estuvieron marcadas por incidentes, que se saldaron con más de un centenar de detenidos, pero ayer no se registraron problemas ya que los organizadores tomaron muchas precauciones.