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Fermin Muguruza Kontrakantxa ilusiona en sus dos días de cumpleaños

Dos días con sus noches pasó Fermin Muguruza con cargo a su 50 cumpleaños, que comencó a celebrarlo el viernes en Durango y lo concluyó el sábado 20 en Bilbo. Todo dentro del ambiente musical que gira alrededor de «No More Tour 2013», la gira que recupera la profunda historia de Muguruza en un peculiar periodo de la vida, los cincuenta años.

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Pablo CABEZA | BILBO

Cada paso de esta gira está siendo especial para Fermin Muguruza. La inicia en Diyarbakir/ Amed el 21 de abril, el día del Newroz, el Año Nuevo kurdo con su doble vertiente al ser la primera celebración sin la presencia del régimen de Bashar al-Assad en la región y también por el histórico anuncio de Abdullah Oçalan respecto a la violencia. Ese día, ante más de un millón de personas, Muguruza y su Kontrakantxa tiene la oportunidad de cantar su veterana «Newroz», una de sus mejores composiciones. Imposible imaginar que un día, y un día como ese, se le pudiera cantar al pueblo kurdo esa canción de solidario homenaje. Con no menos intensidad emocional trans- currieron los hechos en Ramallah (Monte de Alá), la ciudad palestina situada en Cisjordania. En Alcala de Henares no pudo actuar por la aplicación de la censura fascista de la derechona española antidemocrática, rancia y sucia; incapaces de asimilar el derecho al pensamiento diferente. Fue una mala noticia, pero, cuando menos, sirvió para desenmascarar una vez más a un partido que continúa sumido en el hedor franquista.

Sin menospreciar otras fechas anteriores, estaba claro que el 20 de abril iba a ser una cita especial y que la celebración de su cumpleaños, esas cincuenta primaveras con treinta de ellas dedicadas activamente a la música, iba a ser un día muy largo; de hecho, las felicitaciones comenzaron el 19, ya que Plateruena de Durango le obsequió en la cena previa al concierto con una hermosa tarta de cumpleaños «serigrafiada» adecuadamente. Al fin y al cabo, Plateruena sabía que sería en su local cuando se pasaría del 19 al 20, como ocurrió. Cantando «Sarri Sarri» ya se estaba en la cifra redonda, así que entre la festividad propia de la canción, el hecho y las ganas de marcha de la gente, un gesto de Fermin hacia una persona fue interpretado por el público como una invitación a subir al escenario: y allá que se fueron las primeras filas. Un caos admisible despedía a Fermin Muguruza Kontrakantxa.

Con la noche bien cargada, la sangre circulando a más velocidad, el músico de Irun prefirió desplazarse directamente a Bilbo y descansar en la ciudad de su próximo bolo, el del día siguiente o el de «unas horas después».

¿Se quedó Irun sin el cumpleaños de uno de sus habitantes más ilustres? Sí y no, porque Muguruza ya tenía planeado fletar un autobús hacia Bilbo con todo su círculo más íntimo ocupando los asientos de la gran fiesta.

Segunda tarta

Si Muguruza y banda contaron con su tarta en Durango, los de Bilbo no iban a ser menos (es el centro de las bilbainadas), por lo que Kafe Antzokia sirvió para la cena una tarta enorme que difícilmente olvidarán quienes la devoraron, ya que según se cuenta era exquisita.

Pasada las diez de la noche, los chicos del colesterol están sobre el escenario de Kafe Antzokia, aforo completado desde hacia más de dos semanas. «Asthmatic Lion» abre noche. El repertorio comienza a rular ante un público dispuesto tanto a rememorar como a vivir por primera vez las canciones de Muguruza. Primera vez porque, curiosamente, el público que ha asistido a Durango y a Bilbo es mayoritariamente joven e incluso muy joven; lo que significa que su repertorio ha trascendido de padres a hijos. En Plateruena la invasión de escenario fue juvenil y en Bilbo las primeras filas eran de carné de conducir sacado recientemente.

Sobre la cuarta o quinta canción, la noche no daba para apuntes, Fermin presenta a Sorkun, ausente de los escenarios desde hace un par de años, con ella trascurren cuatro o cinco canciones. Suenan «Balazalak», «In-Komunikazioa», «Plastic Turkey», «Urrun», «Newroz», «Azoka eguna», «EH Jamaika Clash»...

Todo está sucediendo con dinámica, buen ambiente, explosividad y entrega. La voz de Fermin se resiente levemente, pero aguanta todo el show con una dinámica y rítmica endiablada.

Muguruza presenta a las componentes de Zuloak (gritonas y bailonas durante todo el concierto en las primeras filas) más la participación de Koldito (Surfin Kaos), como complemento a la guitarra de Benas. El escenario es una maraña de gente con su rol asumido. La intensidad es como la de una aguja de vúmeter peleándose con el tope. También sube a escena Naroa, una chica de Deustua a la que no ubicamos. Es puro nervio y ayuda con su frescura a soliviantar aún más a la audiencia.

Caen «Etxerat», «La línea del frente»... y los bises con dos de las canciones más populares de todo el repertorio de Muguruza, «Gora Herria» y «Sarri Sarri», colorido final para una noche imborrable.

Arriba y abajo la sudada fue tan intensa, que la camisa de este servidor terminó colgada en el perchero de GARA y en camiseta a casa. Zorionak.

PUNTOS CARDINALES

Tras la salida dele concierto y formados los correspondientes corrillos, se pudo comprobar que había cuadrillas de Sakana, Errioxa, Gasteiz, Bergara... Jóvenes y veteranos concentrados por los 30 años de historia musical de Fermin Muguruza

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