Nahikari Otaegi anuncia que se entregará e irá a la cárcel con su hijo de siete meses
GARA | DONOSTIA
Nahikari Otaegi, una de las dos jóvenes donostiarras condenada por el Tribunal Supremo que aún no ha sido arrestada, anunció ayer en entrevista a Euskal Irratiak que se va a entregar esta semana y que ingresará en prisión junto a su hijo de siete meses, una noticia que se difundió a última hora y cuyo terrible calado humano hizo que las denuncias y muestras de solidaridad se multiplicaran en las redes sociales. De hecho, cuarenta y ocho horas después de que la Ertzaintza desalojara el Boulevard y detuviese a seis de los ocho condenados, las redes sociales continuaban siendo un hervidero en el que quedaba en evidencia la agresiva actuación de la Policía autonómica.
En Youtube, un vídeo titulado «Donostiako Herri Harresia barrutik: Azken 20 minutuak» -http://www.youtube.com/watch?v=dRd4JlbaD08-, permitía ver de primera mano cómo se vivieron los arrestos desde el corazón del muro popular. A media tarde de ayer, este vídeo, publicado por «Argia», se acercaba a las 26.000 visitas.
Pero lo más comentado era otro vídeo, este de casi cuatro minutos, titulado «Police attacks Basque journalist»- http://www.youtube.com/watch?v=FxLzihTbT5Q-. La secuencia empieza con un momento del desalojo. Los ertzainas van retirando a la gente y junto a ellos se ve a una persona grabando la escena con su móvil, mientras porta en la mano una acreditación de prensa. Se trata de Lander Arbelaitz, redactor de «Argia». En un momento deter- minado, varios agentes se acercan a él, lo agarran y lo arrojan al suelo, lo que hace que se le caiga su teléfono. Según se escucha en el vídeo, el joven repite en todo momento «soy periodista, soy periodista». A pesar de ello, los agentes lo tumban en el suelo y lo inmovilizan. En ese momento, se escucha claramente como uno de los ertzainas dice: «Levántalo, que se muera». Arbelaitz continúa propagando a gritos su profesión para dar a conocer que se haya ejerciendo su trabajo. En un momento determinado consigue zafarse de los policías y dirigirse hacia el kiosko, pero vuelve a agarrarle y zarandearle pese a que alza las manos y sigue proclamando que es periodista. «Dejadme hacer mi trabajo», dice a los agentes que le hostigan. Varios policías continúan agrediéndole y finalmente le llevan a empujones y casi a rastras hasta el kiosko del Boulevard, donde estaba recluida por orden policial la mayor parte de la prensa.
Unas setenta personas marcharon ayer hasta la cárcel de Basauri para demostrar su solidaridad con Oier Lorente y Mikel Arretxe, dos de los seis jóvenes detenidos el viernes en Donostia. Los otros cuatro -Egoi Alberdi, Aitor Olaizola, Ekaitz Ezkerra y Adur Fernández- fueron enviados a Zaballa.