Bera Bera dio un paso más hacia el título liguero, y lo hizo transmitiendo muy buenas sensaciones en la pista. La buena actitud defensiva que sigue manteniendo el equipo es una muestra de la ambición con la que encaran este último tramo; la reducción de partidos a uno por semana proporciona tiempo para la recuperación y para preparar bien los compromisos; y la tranquilizadora presencia de Zoqbi en la portería anima a ser optimistas.

Y es que el solitario punto de ventaja con el Elche no permite más tropiezos. Las 12 jornadas que llevan las donostiarras con el aliento ilicitano en el cogote (solo cuando Bera Bera ganó al Elche en Donostia la ventaja aumentó a 3 puntos, pero la derrota en Valencia en la siguiente jornada volvió a dejarla en uno) han puesto a prueba el temple de Bera Bera cuando pasaba los momentos más difíciles de la temporada con la acumulación de partidos y problemas físicos.

Ahora los objetivos están claros. No se puede esperar que el Elche ceda ningún punto, o sea que Bera Bera necesita sumar cinco de los seis que le quedan en juego. Los primeros serán el próximo sábado en Barakaldo, ante un Zuazo que ya le dio un susto morrocotudo en la Copa, aunque parece haber perdido un poco de fuelle en las últimas jornadas. El siguiente partido, el último en casa, será ante un Rocasa que en las últimas jornadas compite a la espera de un fallo de los dos primeros, y marcando además un montón de goles.

Esos dos partidos decidirán al 95%, o más, la suerte de Bera Bera en esta Liga. La última jornada, en la pista del colista Castro, no debería plantear problemas, aunque Rocasa a punto estuvo de pagar su exceso de confianza el sábado en la pista cántabra.

Precisamente en eso deberá pensar Itxako, que visita al Castro el próximo sábado, y necesita ganar para seguir vivo. Los resultados de esta jornada le han dejado en solitario en la segunda plaza de descenso, y todo hace pensar que la permanencia se decidirá en la última jornada, en la que el equipo navarro recibirá en Lizarra al Porriño, que no se jugará nada, y a quien ya venció en pista gallega (29-30).

Los otros dos clubes en situación comprometida se enfrentaban en un partido que acabó en empate... y gracias. Kukullaga pudo ganar en la última jugada, pero veía el partido perdido a falta de un cuarto de hora, o sea que el reparto de puntos se acogió con alivio. El empate era muy importante para el Castelldefels, que así se aseguraba que saldrá beneficiado en cualquier empate a puntos en el que pudieran verse implicados los tres equipos. Las catalanas han sumado 3 de los 4 puntos ante Kukullaga, y tienen el gol-average favorable con Itxako (22-29 en Lizarra y 34-37 en Castelldefels). Si empatasen los tres, sumarían 5 puntos de sus enfrentamientos directos, por 4 Kukullaga y 3 Itxako, que saldría perjudicado en este caso, y también en el empate con Kukullaga (27-19 en Etxebarri y 32-32 en Lizarreria).

Zuazo parece casi salvado, pero puede verse en un lío. Baste imaginar una hipótesis no del todo imposible: si pierde el sábado ante Bera Bera, y ganan Kukullaga (en León), Castelldefels (en casa ante un At. Guardés desinflado) e Itxako (en Castro), y con un derbi Kukullaga-Zuazo en la penúltima jornada...