Maite SOROA | msoroa@gara.net
La envidia de Espe
Como cada lunes, «Abc» ofrecía el artículo de Esperanza Aguirre, modelo de incontinencia verbal, lo que en ocasiones es de agradecer, y una de cuyas principales referencias políticas -o la principal- es Margaret Thatcher, a quien ayer dedicaba su artículo, que comenzaba diciendo que considera «un auténtico privilegio haber asistido al funeral de la señora Thatcher en la catedral de San Pablo el pasado miércoles». Después afirmaba que quien fuera primera ministra británica «ha sido una política excepcional, eso lo reconoce todo el mundo, pero especialmente los que fueron sus enemigos». Si lo dice la Espe, así será. Y continuaba: «La firmeza de sus convicciones y su forma de hacer política le proporcionaron grandes éxitos, como las tres elecciones generales consecutivas que ganó en 1979, 1983 y1987». Ciertamente, aunque para ello en lugar de solucionar por vías diplomáticas con Argentina el conflicto de Las Malvinas, prefirió hacer gala de una actitud extremadamente violenta en aquella guerra innecesaria. Claro que eso para la Espe es una excelente manera de hacer política.
También decía que, «a la hora de honrar a los suyos», los ingleses son «absolutamente admirables», pues estaban los representantes políticos más importantes, como el primer ministro, David Cameron, e incluso «el laborista Ed Miliband, al que algunos llaman `the red Ed' (`Ed, el rojo')». Fíjense, hasta un rojo. Y, «por supuesto, la Reina y el Duque de Edimburgo. Y todos, impecablemente vestidos de luto». Tratándose de un funeral tampoco es tan extraño, ¿verdad? Pero no solo por eso admira a los ingleses. Durante la ceremonia, la expresidenta madrileña no podía «dejar de pensar en qué bien hacen las cosas los ingleses y en cuánto me gustaría que en España fuéramos capaces de hacerlas también bien», y vean en qué consiste esa capacidad: «Capaces de honrar sinceramente a los que han trabajado por España, aunque no pensaran como nosotros. Capaces de aceptar que venimos del cristianismo y que sin los valores cristianos perdemos una de nuestras principales señas de identidad. (...) En definitiva, que el patriotismo fuera un valor aceptado por todos y que estuviéramos orgullosos de ser españoles». Es decir, que si todo el mundo pensase como la Espe, no habría ningún problema. Pues sí, muchas y muchos españoles, especialmente sus gobernantes, tienen mucho que aprender de las y los actuales gobernantes ingleses.