El juicio contra el exministro griego de Defensa Akis Tsohatzopoulos por corrupción y blanqueo de dinero en relación con la adquisición de material militar comenzó ayer ante el Tribunal de Apelaciones de Atenas.

Tsohatzopoulos, de 73 años y unos de los fundadores del Partido Socialista Panhelénico (Pasok), fue trasladado al tribunal desde la cárcel de Korydallos en medio de fuertes medidas de seguridad.

Junto a él se sientan en el banquillo otras 18 personas, entre familiares, abogados y empresarios, sobre los que pesa la acusación de haber establecido «una intrincada red de lavado de dinero».

En la primera audiencia, sin embargo, estaban ausentes su exesposa, Gudrun, y su hija, Areti, así como dos empresarios acusados de formar parte de esa red de blanqueo.

Tsohatzopoulos fue titular de Defensa desde 1996 hasta 2001, si bien ejerció como ministro de Obras Públicas, Presidencia, Interior, Transportes y Desarrollo en diferentes legislaturas. Habría recibido sobornos por varios contratos militares, como compra de submarinos y misiles.