Jiménez acepta una reunión PSN-UPN en el Parlamento a llamada de Barcina
Yolanda Barcina avisó a los medios ayer de que había llamado a la sede del PSN para solicitarles una reunión bilateral. Roberto Jiménez, líder del PSN, se había negado durante meses a ese encuentro, pero esta vez aceptó y así se lo transmitió a través de una carta.
Aritz INTXUSTA | IRUÑEA
La presidenta navarra, Yolanda Barcina, vendió ayer como un logro haber roto con la negativa del líder del PSN de reunirse con ella. Según informó UPN, el desbloqueo se logró con una llamada a la sede del PSN. La respuesta positiva le llegó por carta y en ella se exponían una serie de condiciones menores para aceptar el encuentro, como el hecho de que sea entre partidos (no entre PSN y Gobierno) y que se celebre en el Parlamento.
El objetivo final de la reunión pasa por la estabilidad de Nafarroa. La minoría parlamentaria con la que gobierna Barcina está acusando la falta de sintonía -cuando no el enfrentamiento abierto- con el resto de fuerzas de la Cámara.
Durante meses, el PSN ha rechazado encuentros bilaterales. En la carta de ayer, intenta quitar hierro a su cambio de postura, aclarando que el encuentro «en ningún caso conlleva necesariamente llegar a acuerdos, ni a un compromiso de apoyo estable al Gobierno de Navarra».
El PSN insiste en que la continuidad de Barcina al frente del Ejecutivo supone un enorme escollo de cara a garantizar la estabilidad del Gobierno y exige públicamente su dimisión. De ahí, su insistencia en que la reunión debe de ser con el partido, no con el Gobierno. Pese a la contundencia de sus críticas a la presidenta, el PSN nunca ha renunciado a mantener una vía de diálogo con el Gobierno, aunque sí rechaza hasta ahora pactos estables y, en particular, regresar a un Ejecutivo de coalición del que fue expulsado hace algo más de un año.
Por su parte, Barcina puede vender el encuentro como un pequeño triunfo, dado que vive unos momentos muy complicados tanto en el ámbito jurídico como en lo político, después de que la moción de censura pusiera de relieve que nadie, salvo el PP, fue capaz de votar a su favor en el refrendo parlamentario. El PSN, finalmente, sostuvo a la presidenta ordenando a los suyos que se abstuvieran.
Mientras tanto, el papel que está jugando Ferraz en esta convulsa situación cada vez resulta más notorio. Formalmente, el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, es el único que ha fijado postura, cuando vino a Iruñea con el mensaje de que el partido debe de garantizar un mínimo de estabilidad para Nafarroa.
El lunes, Barcina apeló a eventuales conversaciones directas con Ferraz. Medios locales han asegurado que la cúpula del PSOE ha dado órdenes a Jiménez para que sostenga a UPN en estos últimos días.
Los portavoces de Sortu aseguraron ayer que los contactos mantenidos las semanas previas a la votación de la moción de censura han servido para «normalizar relaciones y comprobar la sintonía que existe en cuanto al diagnóstico de la situación sociopolítica» con otras fuerzas parlamentarias y, en particular, con las que votaron a favor del candidato Juan Carlos Longás. Por ello, Sortu aboga por que se avance en ese aspecto de cara a conformar un «gran acuerdo entre diferentes», que sea capaz de desbancar a UPN del Gobierno y dé respuesta a «la demanda social y la grave situación que vive Nafarroa».
Sortu defiende que se ha de trabajar ese acuerdo renunciando a los protagonismos y afirma que es prioritario que se adelanten las elecciones, para que se configuren nuevas mayorías una vez que la ciudadanía haya colocado a cada cual en su sitio. De otra parte, insta al PSN a que inicie una reflexión sobre la postura que está adoptando como «bastón» de UPN. A.I.