Castro nació en Donibane Lohizune pero se crió en el Real Unión, donde llegó a jugar en el primer equipo. Con los de Irun ha jugado en dos etapas diferentes. En la última logró el ascenso a Segunda División y fue el portero titular ante el Real Madrid en Copa, cuando fueron eliminados en el Santiago Bernabéu. También ha jugado en el Conquense, en el Castellón y en el Almazán, donde juega en la actualidad, aunque también estuvo en una etapa anterior.

¿De nuevo en Almazán?

Sí. Después de un año entero sin equipo llegó la opción de venirme al Almazán y no lo he dudado. Ya había estado antes, por lo que conocía la gente y estoy muy contento con la decisión que he tomado.

¿Cómo ha sido el año?

Muy complicado. Tras marcharme del Castellón era consciente de que hasta el verano no iba a tener equipo, ya que me marché a última hora, por lo que había que seguir entrenando, pensando que en verano habría opciones, que tampoco llegaron. Ya entonces es cuando llega la incertidumbre, pero seguí trabajando, pensando en el invierno, pero tampoco llegaba lo que quería y, cuando estaba dispuesto a colgar los guantes, me llegó la opción del Almazán. Ha sido un año muy duro.

¿No tuvo opciones en verano?

Sí tuve ofertas, pero no me convencieron. El fútbol actual está muy complicado. Hay muchos clubes con graves problemas financieros, por lo que las ofertas que tuve no me convencían, o las que me atraían me parecían arriesgadas, y así pasó el verano, sin nada .

¿Qué pasó en el Castellón?

Cuando llegué al Castellón sabía de todos los problemas que había tenido el club, pero el año pasado los dueños eran nuevos, todo parecía serio y así fue en los primeros meses. Estaba jugando, cobraba, el club era grande, todo perfecto hasta la llegada del otoño, que es cuando nos dejaron de pagar. Pronto me di cuenta de que no había nada que hacer, que no íbamos a cobrar, por lo que a finales de enero del 2012 decidí marcharme.

¿Pudo cobrar al final todo lo que le debían?

Sí, al final he tenido la suerte de cobrar todo. Denunciamos a la Asociación de Futbolistas y, a través de ellos, yo al menos, he cobrado todo, que no está mal.

¿El Almazán le da para vivir?

No, es un club modesto de Tercera, pero las condiciones que me puso eran francamente buenas y era la opción que tenía para seguir en el fútbol. Yo ahora vivo en Cuenca y solo querían que fuese los viernes a entrenar y luego a jugar. El resto de los días entreno en Cuenca por mi cuenta y en un equipo de Preferente. La verdad es que se están portando muy bien

¿No había opciones en el Conquense?

No. Yo he jugado en ese equipo y la relación que mantengo con la directiva no es muy buena, por lo que ahora mismo esa puerta está cerrada.

¿Cómo ve el futuro?

Muy complicado. El fútbol está muy mal y para salir de casa hay que pensarlo mucho, y estar seguro de a donde vas. Para la temporada que viene ya veremos que pasa, no descarto nada. Pienso que ahora estoy haciendo una buena temporada y espero que me pueda llegar alguna oferta. Puede que hasta siga aquí y también hasta dejarlo. Puede pasar de todo.