El comité de la planta de Corrugados en Azpeitia (Gipuzkoa) afronta la primera reunión del periodo de consultas del ERE de extinción presentado para los 300 trabajadores de la planta, que tendrá lugar este viernes, «sin muchas expectativas», ya que, a su juicio, el Grupo Alfonso Gallardo, al que pertenece la fábrica, ha dejado claro desde el principio que «no tiene ninguna intención de negociar».

Precisamente, el grupo entregó ayer en Madrid ante Dirección General de Trabajo del Ministerio de Empleo y Seguridad Social, el despido colectivo presentado para la totalidad de los contratos de trabajo de Azpeitia.

Entretanto, el representante del sindicato LAB en el comité Alberto Cristóbal denunció que «la única finalidad» de este trámite -que afecta también a las plantas de Lasao, Jerez de los Caballeros (Ferromallas Sau) y Extremadura- es que «todas las denuncias de la dirección de Trabajo tengan que ser vistas allí y que en caso de demanda tengan que verse en la Audiencia Nacional».

Fuera del entorno

«Alfonso Gallardo lo ha hecho rematadamente mal en todo este proceso con Corrugados Azpeitia», criticó Alberto Cristóbal, quien, además, censuró que el grupo «sabe que no se puede meter aquí, porque le miden» el ERE y ha realizado la «maniobra de sacar de su entorno natural» la negociación.

El representante del comité hizo una valoración muy positiva de la manifestación del pasado sábado en Azpeitia, a la que acudió «bastante más gente que a las manifestaciones que se han convocado anteriormente».

Según indicó, la movilización sirvió para concienciar a los vecinos de los pueblos de la comarca del Urola por la «consecuencia directa» que van a tener en la zona los despidos de toda la plantilla de Corrugados, lo que les empujó «a salir a decirle a la dirección de la empresa que no cierre».