Atentado con coche-bomba contra la embajada francesa en la capital libia
GARA | TRÍPOLI
Un atentado no suicida con coche-bomba contra la embajada francesa en Trípoli se saldó ayer con dos guardas franceses heridos, uno de ellos de gravedad, además de una niña del barrio.
Se trata del primer ataque contra intereses franceses desde la caída del régimen de Gadafi en 2011, en la que París tuvo un papel protagonista. La explosión tuvo lugar a las 7.00 delante de la puerta de la legación, en la que era visible un profundo cráter. Del coche solo quedó el motor y una parte de la carcasa calcinada, lo que da idea de la potencia del artefacto utilizado.
Los vecinos mostraron su ira señalando que «fue un gran error instalar la embajada francesa en nuestro barrio», concretamente en la zona residencial y acomodada de Gargaresh.
El embajador francés, Antoine Sivan, llegó al lugar pero se negó a hacer declaraciones. Quien sí habló fue el presidente francés, François Hollande, quien instó a las autoridades libias «a arrojar toda la luz» sobre el atentado mientras su ministro de Exteriores, Laurent Fabius, viajó a Trípoli y anunció el refuerzo de las representaciones en el extranjero.
El titular de Exteriores aseguró que si la bomba hubiera explotado un poco más tarde, con todo el personal diplomático en sus puestos, «estaríamos sin duda ante una carnicería». París ha anunciando el envío a Libia de un grupo especial de intervención de la Gendarmería gala. La escuela y el Liceo francés de Trípoli fueron cerrados ayer.
El atentado «contra un país hermano que apoyó a Libia durante la revolución de 2011», en palabras del ministro de Exteriores libio, Mohamed Abdel Aziz, tiene lugar en un contexto de inseguridad creciente en el país por la presencia de milicias que se niegan a desarmarse.
Este tipo de ataques, como el que acabó con el cónsul de EEUU en Bengasi el año pasado, son atribuidos a grupos yihadistas locales. Hay que recordar que Al Qaeda ha amenazado a París con represalias por su operación militar en Mali.