GARA > Idatzia > Iritzia> Txokotik

Ainara Lertxundi Kazetaria

«Buscadores de venganza»

Hace justamente dos semanas, en estas mismas líneas hacía referencia al juicio por genocidio contra el dictador guatemalteco Efraín Ríos Montt. Es acusado de la muerte de 1.771 indígenas ixiles y de la importancia de dar valor a los testimonios de las víctimas, deslegitimados y olvidados durante décadas por las atrocidades que implican, pero también por su origen humilde. Al sufrimiento que han cargado sobre sus espaldas se añade ahora la inexplicable decisión de una juez de suspender el proceso y de decretar la nulidad de todas las actuaciones.

Las reacciones no se han hecho esperar, en un sentido y en otro. Mientras desde el exterior organismos como la ONU, la Federación Internacional de Derechos Humanos o la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala han exigido la reanudación del juicio y anuncian una denuncia contra la titular del Juzgado Primero A de Mayor Riesgo, Carol Patricia Flores, el presidente Otto Pérez Molina -a quien durante el juicio un exsoldado señaló como el responsable de ordenar las matanzas- sostiene que en Guatemala no hubo tal genocidio. Atribuye la muerte, desaparición y tortura de decenas de miles de personas, en su mayoría campesinos e indígenas, a «errores y excesos» en tiempos de guerra.

En el currículum de Flores figuran otros polémicos fallos como el archivo en mayo de 2011 del proceso contra tres ex altos cargos del Gobierno acusados de integrar una estructura militar a la que imputaban la ejecución extrajudicial de varios presos. Y en enero desligó al presidente de la investigación abierta en su contra por la desaparición de un jefe guerrillero. Con esta nueva resolución, ha dado un espaldarazo a las élites y a los estamentos militares temerosos de una hipotética condena, como reflejó el pronunciamiento publicado la pasada semana en los diarios locales bajo el título de «Traicionar la paz y dividir a Guatemala».

En una sociedad marcada por un pasado tan atroz, quienes claman por el reconocimiento del genocidio siguen siendo, a día de hoy, «enemigos de la paz y buscadores de venganza».

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo