Los datos de Eurostat, que elevaba uno de los mayores déficits de la UE, el español, al primer puesto al incluir el dinero entregado a los bancos, suponen, o deberían suponer, un baño de realidad para quienes se habían creído las enésimas optimistas previsiones del Gobierno de ese país. Las políticas de austeridad, los incesantes recortes del Gobierno de Rajoy, han resultado, además de un castigo a la mayoría de ciudadanas y ciudadanos, un fracaso de la política aplicada por ese Gobierno, toda vez que ni han logrado la reducción del déficit prevista ni han contribuido siquiera a vislumbrar la recuperación económica. Sin embargo, al parecer, hay medios reacios a cualquier tipo de baño.

«Abc», encantado de la vida, resaltaba en primera las palabras del ministro español de Hacienda, Cristóbal Montoro: «El Gobierno no se va a relajar en la reducción del déficit», y titulaba su segundo editorial «España cumple con la reducción del déficit». Comenzaba diciendo que Eurostat «certificó ayer el inédito esfuerzo llevado a cabo por las administraciones públicas para reducir el déficit en línea con el objetivo marcado por Bruselas», y si bien no se atrevía a decir que el Estado español ya se encuentra en vías de recuperación, aseguraba que «la luz no llega, pero el final del túnel está a la vuelta de la esquina», lo que no concuerda precisamente con lo que el ministro español de Economía, Luis de Guindos, anunciaba sobre la contracción del PIB, triplicando sus previsiones.

Otro que aplaudía al Gobierno de Rajoy por su labor, en su opinión inmejorable, era «La Razón», que aseguraba en su editorial: «El espaldarazo de Bruselas a los esfuerzos de contenido fiscal de España adquiere especial relevancia en vísperas de que el Gobierno de Rajoy anuncie la segunda oleada de reformas y modifique sus previsiones macroeconómicas». Y, si bien «la desviación del déficit en 2012 fue de siete décimas con respecto al objetivo fijado», Europa acierta «al mirar más allá de los números y fijarse en la sinceridad del compromiso». Ciertamente, los mercados también se fijan en el compromiso, como vemos habitualmente, y pasan de los números. El caso es que, según «La Razón», ese 7% de déficit (o ese 10,6, según la UE) no es producto de la incompetencia, toda vez que «lo que ayer vino a reconocer Bruselas es que España ha hecho responsablemente sus deberes». Como siempre... según el partido que gobierne y el medio que lo cuente.