La Asociación de Trabajadoras del Hogar-Etxe Langileen Elkartea (ATH-ELE) va a intentar que todos los grupos del Congreso español, salvo el PP que se opone, y del Parlamento de Gasteiz exijan al Gobierno de Mariano Rajoy que ratifique el Convenio 189 de la OIT sobre el trabajo decente en el empleo doméstico.

La portavoz de esta asociación, Isabel Otxoa, compareció ayer acompañada por algunas sindicalistas que apoyan las reivindicaciones de las trabajadoras del hogar, para denunciar que el Ejecutivo del PP «no quiere firmar el convenio, como explicó la propia ministra española Ana Mato, por lo que la legislación española es «discriminatoria, favorece la explotación laboral y permite pagar unos salarios por debajo de lo estipulado».

Como explicó Otxoa, «la legislación española no permite que haya prestación por desempleo para las trabajadoras del hogar; no permite cotizar por sus verdaderos salarios, que rondan los 900 euros en jornadas de sesenta horas semanales, sino que el máximo de cotización es de 790 euros». Ese hecho supone una pérdida de prestaciones «por baja, por jubilación o invalidez», precisó.

Este sector «tiene muchas deficiencias. Es un problema mundial, porque realiza descuentos abusivos de salarios de manutención y alojamiento. Te hacen un descuento de hasta 300 euros». Estos problemas van contra el convenio de la OIT «por eso el Gobierno español no lo quiere firmar, para mantener la discriminación y la desigualdad de trato». Tampoco se tiene en cuenta la Ley de Prevención de Riesgos Laborales.

Otxoa manifestó que van a intentar que todos los grupos políticos de la oposición en el Congreso español y el Parlamento de Gasteiz presionen para que se firme ese convenio «porque es garantía de mejora de las condiciones de trabajo, salariales y de protección social y de salud».

Exigieron al Gobierno de Gasteiz que obligue a Lanbide a que intermedie en las relaciones laborales «porque nos encontramos con intermediarios que nos explotan». Asimismo, anunció que el Primero de Mayo se manifestarán -11:00 horas, cafetería Toledo, en la Gran Vía- bajo el lema «Todas las horas cuentan». «Queremos el reconocimiento del trabajo, la equiparación con el resto y el reparto del trabajo», dijo.