A pesar de los tempestuosos días que está viviendo RTVE, la comparecencia de su presidente, Leopoldo González-Echenique, en la comisión de control mixta (Congreso-Senado) de RTVE no aportó cosas novedosas. Simplemente y, siguiendo el «libro de estilo» que ha impuesto el PP durante su legislatura, se limitó a quitar lastre a todas y cada una de las cuestiones que se le plantearon.

En relación a la polémica que generó el correo electrónico de la exsubdirectora de informativos de TVE, Cecilia Gómez, el principal mandatario del ente público dijo, como única explicación, que la autodimitida Gómez simplemente plasmó en su email «cuestiones personales» y que la corporación «no comparte en absoluto».

«Es un email estrictamente personal que no tiene absolutamente nada que ver con las formas de proceder dentro de la casa. Lo que no podemos hacer es intervenir las mentes y los cerebros de los 6.300 empleados que trabajan en la casa. Desde luego, no es mi forma de actuar», añadió.

En un intento por negar el control político que, según muchos profesionales de RTVE ejerce la directiva, el director sentenció que «no hay injerencia política en la corporación» y que «no hay listas negras».

Otro tema fue el tratamiento informativo que el ente dedicó al atentado que tuvo lugar en el maratón de Boston. Fiel a su discurso, dijo que «el mundo es muy grande» y que «decidimos no hacer periodismo-ficción».

Ante la caída de ingresos de RTVE, González-Echenique informó que han emprendido una reducción de la partida de gastos traducida en una disminución del gasto en productoras externas de 103 millones de euros en 2011 a 65,42 millones de euros en 2012, con una previsión de gasto para 2013 en este capítulo de 68 millones de euros.