Los índices europeos siguen subidos a la ola de optimismo generado por la posibilidad de un cambio en la política de austeridad defendida por Bruselas y Berlín. Las compras mandaron en todos los mercados, alargando la sensación de que pudiera estar fraguándose una reacción positiva de largo alcance. Las principales piedras de la jornada fueron la caída en el índice IFO alemán de la confianza empresarial y la fuerte contracción en los pedidos de bienes duraderos del mes de marzo en Estados Unidos. Estas referencias negativas se digerían bien con el apoyo de las cuentas empresariales del otro lado del Atlántico y la contención de la prima de riesgo del Estado español en el entorno de los 300 puntos. El Ibex, en su quinta alza consecutiva, alcanzó los 8.389,30 puntos, tras anotarse un 1,21%. El mismo paso siguieron los índices principales de París (+1,58%), Fráncfort (+1,32%), mientras que Londres, el más rezagado, subía un 0,41%. Dentro del Ibex, los pesos pesados estiraban su buen momento con ganancias generalizadas. El mejor entre ellos era Repsol (+2,65%). Por detrás, Telefónica, BBVA e Iberdrola se revalorizaban más de un 1%. La eléctrica presidida por Ignacio Sánchez -6,27 millones de euros de retribución y 305.000 acciones en 2012- tuvo un beneficio de 879 millones de euros en el primer trimestre. Al frente del selectivo terminaron, sin embargo, Red Eléctrica, Abengoa, Acerinox, Arcelor y FCC al ganar más de un 3%. La nota más negativa correspondió a Popular (-3,75%). En París, Vallourec (+4,31%) lideró los avances, frente a Accor (-1,91%), el más castigado del día.