Iberdrola ha cerrado el primer trimestre con un beneficio neto de 878,6 millones de euros, un 14,1% menos, afectado por el negocio en Brasil -donde subieron los costes energéticos por la sequía-, las mayores cargas impositivas en el Estado español y el impacto de algunos cambios fiscales en Gran Bretaña. En este contexto, los ingresos de la eléctrica en el periodo cayeron un 1,2%, hasta los 9.221 millones de euros; mientras que el ebitda se redujo un 3,7%, hasta los 2.278 millones. Sin los impactos coyunturales mencionados, el ebitda del grupo habría aumentado un 0,6%, mientras que el beneficio neto habría mejorado un 2,8%.

Con estas cifras, la eléctrica subrayó ayer su confianza en lograr su objetivo de situar el beneficio este año en niveles similares a los de 2012 y continuar con su política de retribución al accionista en el entorno de los 0,3 euros por acción de media hasta 2014. «A pesar de los retos de nuestros negocios, estamos en posición de cumplir las perspectivas 2012-2014», destacó ante los analistas el presidente de la eléctrica, Ignacio Sánchez Galán.

En el caso español, la eléctrica cifra en 122 millones el impacto de la nueva fiscalidad aprobada por el Gobierno en el último trimestre de 2012 incluyendo las tasas a la generación, el canon hidroeléctrico y la tasa nuclear.

Iberdrola detalló que en el Estado español y en Gran Bretaña las tasas superan los gastos de personal en más de un 30%.

Con esta cifra, el presidente de la eléctrica quiso subrayar «el enorme esfuerzo» realizado por las empresas con las últimas medidas fiscales aprobadas por el Gobierno y pidió «racionalidad» para el nuevo paquete de reforma energética en la que trabaja Industria para presentarlo el mes de junio.

Desinversiones

Iberdrola también destacó ante los analistas su intención de continuar con los planes de desinversiones, con el objetivo de alcanzar los 2.000 millones en 2014, y que para ello se «podrían vender algunos activos no estratégicos en los próximos meses».

La eléctrica, que ya ha realizado desinversiones por 1.100 millones, tendría así pendientes 900 millones de euros en esta partida. Con estos planes, Iberdrola mantiene también su objetivo de situar su deuda por debajo de los 28.000 millones de euros este año.

Los títulos de la eléctrica en Bolsa cerraron con una subida del 1,53% hasta los 4,04 euros.