Los presos en Guantánamo están siendo alimentados a la fuerza
La mitad de los presos que están en huelga de hambre en la base estadounidense de Guantánamo están siendo forzados a comer, según Carlos Warner, abogado de varios de los detenidos. El lunes, el Pentágono afirmó que de los 166 prisioneros, 83 secundan esta protesta y que a 16 se les está alimentado en contra de su voluntad a través de sondas nasogástricas.
GARA | GUANTÁNAMO
Carlos Warner, abogado defensor de varios de los presos de Guantánamo, aseguró que, según sus informaciones, más de la mitad de los que están en huelga de hambre están siendo forzados a comer.
Las cifras oficiales dadas por el Pentágono sobre el número de detenidos que están en huelga de hambre ascienden a la mitad de los 166 que se encuentran en este centro de detención, mientras que el abogado aseguró que son 130 los que secundan esta protesta.
Tampoco coinciden los datos sobre aquellos que están siendo alimentados de manera forzosa, ya que un portavoz de Guantánamo, el teniente Samuel House, dijo que solo 16 están siendo alimentados en contra de su voluntad con líquido a través de tubos nasales. El lunes, seis se encontraban hospitalizados en observación, añadió.
Dijo también que el Ejército enviará personal médico adicional a la base militar para finales de mes. Unas 40 personas se unirán a los 100 miembros actuales del personal médico.
«No hubo una causa específica, más que el creciente número de detenidos que han elegido hacer huelga de hambre», manifestó House.
Warner denunció que la actitud del Ejército y de la Administración Obama respecto a la huelga «solo está aumentando las ganas de morir» de los presos. La huelga comenzó el pasado 6 de febrero después de que guardias confiscaran fotografías y otras pertenencias durante una revisión de las celdas y en protesta por las «duras condiciones disciplinarias» en las que viven en los barracones de este centro de detención, que Obama prometió cerrar durante su primer mandato como presidente. Los prisioneros alegaron que los guardias habían maltratado sus ejemplares del Corán, calificando el hecho de «profanación religiosa». El Ejército declinó decir qué causó el registro a las celdas. Pero, pese a que este allanamiento fue la causa inicial, abogados remarcaron que esta protesta refleja la frustración ante la detención indefinida que padecen.
Uno de esos presos, Abdalmalik Wahab, que lleva 11 años encarcelado, ha cumplido 50 días en huelga de hambre. Al igual que su compatriota yemení, Uthman Uthman, ha perdido 20 kilos. Ambos están siendo alimentados forzosamente.
En la conversación de hora y media que mantuvo el viernes con su abogado, David Remes, Wahab advirtió que los presos en huelga «sienten la llegada de la muerte». Según él, únicamente un acuerdo sobre la manipulación del libro sagrado los convencería de volver a alimentarse normalmente. «Quieren reglas claras. Nadie escondería nada en su Corán, aunque lo quisiéramos. No quiero que lo insulten, lo necesito para vivir», agregó.
En opinión de Remes, que defiende a 15 detenidos, entre ellos 13 huelguistas, este movimiento «no tiene precedentes por su amplitud, su duración y su determinación. Es la manifestación última de su desesperación» cuando para ellos se aleja cualquier perspectiva de salir en libertad. Instó al Pentágono a respetar su voluntad y a no alimentarlos a la fuerza.
Uthman le contó cómo fue alimentado a la fuerza, sujetado a una silla de ruedas y cómo vomitó sangre y perdió la conciencia. Subrayó que no confían ni en el nuevo comandante de la prisión ni en el Comité Internacional de la Cruz Roja, que llegó antes de lo previsto a Guantánamo. Es la única organización autorizada a reunirse con los detenidos. «Nadie les habla», reveló a Reuters a través de su abogado, que denunció la falta de agua potable y las temperaturas «extremadamente frías» impuestas en el campo 6 para quebrar la huelga de hambre.
La filtración por los investigadores de supuestas respuestas del menor de los Tsarnaev en los interrogatorios abona la hipótesis de que estaríamos ante «lobos solitarios», eufemismo con el que se designa a personas que actuan por libre y sin conexiones orgánicas con grupos armados a la hora de realizar atentados como el de Boston.
El diario «Boston Globe» señalaba ayer que Dzojar Tsarnaev habría confesado a los investigadores que su hermano Tamerlan, muerto en persecución policial días después del atentado y considerado como su principal impulsor, «quería impedir los ataques al islam», en referencia a las invasiones y ocupaciones militares de Irak y Afganistán. Portavoces de la mezquita de Cambridge, localidad cercana a Boston, aseguran que no eran especialmente practicantes. Tamerlan «comenzó a venir de vez en cuando al rezo de los viernes hace poco más de un año. Dzojar venía rara vez y siempre acompañando a su hermano mayor», señalan.
Por contra, un tío de ambos que reside en EEUU, Ruslan Tsarni, asegura que un amigo de Cambridge, concretamente un converso al islam de descendencia armenia, «le lavó el cerebro» a Tamerlan hace cuatro años. Amigos de los Tsarnaev han afirmado que DzoJar seguía siempre a Tamerlan de forma reverencial.
Sin embargo, los familiares de los Tsarnaev que residen en el Cáucaso siguen sin creerse la versión oficial. Said Tsarnaev, un fotoperiodista que ha trabajado para varios medios cubriendo la guerra en Chechenia, niega que hubieran cometido el atentado y asegura que, aunque eran devotos musulmanes, no tenían una concepción rigorista. Las circunstancias del caso -uno muerto y el otro herido e incapaz de hablar- invitan a ello, y las teorías conspirativas no se han hecho esperar. Ya circula en internet la hipótesis que sitúa tras los atentados a una compañía de seguridad estadounidense que se puede visionar en la dirección (http://www.notybookcity.com/Noticias-ms-ledas/falsosatentadosboston)
Hay grupos que reivindican la inocencia de Dzojar Tsarnaev, entre ellos uno en Facebook con más de 15.000 seguidores. En Twitter la cuenta con una etiqueta, #FreeJahar, el apodo que utilizaba el acusado en la red social, cada vez es más utilizada. La plataforma Change.org ha recogido 6.000 firmas clamando pos su inocencia. GARA
La Fiscalía ha retirado los cargods contra Paul Kevin Curtis, detenido bajo la acusación de haber enviado cartas con ricina, el más potente veneno vegetal, al presidente Obama y a otros políticos y jueces.
La Fiscalía se limita a señalar que la investigación en curso habría revelado nueva información, mientras se informaba del registro de otra casa en Tupelo, la localidad donde reside Curtis.
Su abogado aseguró que un vecino tendió una trampa a Curtis, diagnosticado de trastorno bipolar, para acusarle de los hechos.
Mientras tanto, la agencia de inteligencia militar (DIA) desmintió que se hubiera entontrado ricina en una base militar aérea conjunta en el sureste de Washington. El FBI anunció pruebas adicionales en el laboratorio. GARA