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Una operación policial en una vivienda uigur deja 21 fallecidos en Xinjiang

Un nuevo brote de violencia en Xinjiang -nombre con el que Pekín designa a Turquestán Oriental- que se ha saldado con 21 muertos y cuyo origen no está claro ha vuelto a sacar a la luz uno de los dos grandes conflictos étnicos a los que se enfrenta el Gobierno chino, la cuestión uigur.

GARA | URMQI

Una intervención policial en una vivienda de Banchu, en Turquestán Oriental, patria del pueblo uigur -musulmán de origen turcomano- y escenario de una colonización masiva por parte de la etnia china han para su asimilación total, se saldó el martes con 21 fallecidos -seis agentes, seis uigures y nueve funcionarios municipales.

El origen de lo ocurrido difiere según las fuentes. De acuerdo con el portavoz del Congreso Mundial Uigur, Dilxat Raxit, citado por Europa Press, este brote de violencia se desató por el tiroteo y muerte de un joven uigur a manos de las «fuerzas armadas chinas». Según la versión de las autoridades de la región, se trató de un «ataque terroristas» en el que se emplearon hachas, cuchillos, una pistola y se incendió una vivienda.

Los hechos ocurrieron el martes por la tarde en el condado de Banchu (Marabexi para los uigures), cerca de la ciudad de Kashgar. Según la versión oficial, varios funcionarios municipales irrumpieron en la vivienda de un residente local en busca de «armas» y donde hallaron a catorce «individuos sospechosos», que les «secuestraron» después de que alertaran a sus superiores. La llegada de un dispositivo policial desató un tiroteo en el que murieron 21 personas, según la información oficial, que dio cuenta de ocho arrestos de supuestos «miembros de una banda».

«Violencia terrorista»

La portavoz del Ministerio chino de Asuntos Exteriores, Hua Chunying, calificó ayer de «violencia terrorista» lo ocurrido y detalló que diez de los funcionarios fallecidos eran uigures, tres han -la etnia mayoritaria en China- y dos mongoles.

Pese a los frecuentes brotes de violencia en Turquestán Oriental, Hua aseguró que la situación allí es «estable, aunque haya gente que intenta perturbar la paz y hacer fracasar la senda de la estabilidad y el desarrollo», en referencia a los independentistas uigures, a los que las autoridades identifican con grupos musulmanes extremistas para justificar la cada vez mayor presencia policial en la región.

Turquestán oriental es uno de los polvorines étnicos del oeste de China, junto con el Tíbet, donde conviven, divididos, los uigures y los han, que cuentan por el apoyo de las fuerzas de seguridad del Gobierno y donde se producen frecuentes enfrentamientos interétnicos.

Mientras Pekín defiende un mayor control de la región, los uigures denuncian el aumento de la presencia policial, su discriminación respecto a los han y la represión religiosa y cultural.

2009

El brote de violencia más grave de los últimos años tuvo lugar en julio de 2009 en Urumqi, capital de Xinjiang, y se saldó con 200 muertos. Dos nuevos estallidos, en agosto de 2011 en Kashgar y Hotan y en febrero de 2012 en Barchuk, se cobraron una veintena de fallecidos cada uno de ellos.

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