Al menos 113 personas, la mayoría obreros, murieron ayer al derrumbarse un edificio que albergaba varias fábricas de tejidos en las afueras de Dacca, capital de Bangladesh.

El edificio Rana Plaza, de ocho plantas y que albergaba cuatro fábricas textiles, se vino abajo a primera hora de la mañana en la zona de Savar, a 24 kilómetros al noroeste de la capital, señaló a Efe el director adjunto de los Bomberos de la capital, Salim Newaj.

Los equipos de rescate seguían buscando supervivientes entre los escombros. Según la prensa local unas 2.000 personas se hallaban en el interior del edificio, que también acogía un mercado y tiendas de electrónica, cuando se derrumbó.

El director de la Policía Industrial, Mostafizur Rahman, acusó a los dueños de las fábricas de ignorar las grietas que aparecieron en el edificio el martes. «Pedimos a los dueños de las fábricas que paralizasen las operaciones tras descubrirse grietas, pero ignoraron nuestras directivas», sostuvo.

Trabajadores heridos acusaron a los responsables de las fábricas de obligarles a ir a trabajar.