Varios actos conmemoraron ayer en suelo turco y kurdo las matanzas de armenios por el imperio otomano en 1915, un fenómeno nuevo que busca aumentar la presión sobre Turquía para que reconozca su carácter de genocidio. El más importante tuvo lugar en Estambul, donde cada vez hay mayor presencia de armenios de la diáspora y turcos, de origen armenio o no, una señal de que la percepción de este polémico episodio histórico está cambiando. También hubo actos en Izmir, Adana y Mersin, y en las ciudades kurdas de Malatya y Tunceli. El BDP instó a Turquía a «hacer frente a su historia y pedir disculpas».