CRíTICA: «Un gran equipo»
Pescadores bretones al rescate de la conservera local
Mikel INSAUSTI
Estamos muy mal acostumbrados con el fútbol, pues ya no nos conformamos más que con los partidos de la Champions entre los clubes poderosos y se nos olvida que ver jugar a los aficionados de las ligas inferiores, incluido el habitualmente denostado equipo local, puede ser divertido. Ahí lo dejo caer, porque «Les seigneurs» es una película sobre los perdedores del deporte rey, aquellos de los que nunca se acuerda nadie al no generar ingresos millonarios. Olivier Dahan, que también sabe lo que es el lujo de «La vida en rosa» o su próxima «Grace of Monaco», aquí se pone la camiseta de realizador modesto amante de la comedia popular y del humor costumbrista.
Este tipo de situación no es ni mucho menos nueva en el mercado francófono, pues cabe recordar que Jean-Jacques Annaud, antes de hacerse famoso con «En busca del fuego» y «El nombre de la rosa», dirigió en 1979 la comedia futbolera «Coup de tête», protagonizada por el malogrado Patrick Dewaere. Caricaturizaba a un futbolista de mala vida cuya cotización caía por los suelos. Al actor de origen gallego José García le toca representan un rol similar, con el agravante de que, a sus 50 años, se trata de una vieja gloria que se encuentra totalmente arruinado y sin perspectivas profesionales, hasta que le ofrecen entrenar a un equipo amateur de una isla bretona, y, llevado por la desesperación y la necesidad de tener un sueldo mínimo para recuperar la custodia de su hija, acepta.
Una vez incorporado a los entrenamientos, comprobará con sorpresa que en lugar de jugadores tiene a un grupo de pescadores, tan o más presionados económicamente que él, pues necesitan pasar varias eliminatorias de la Copa para salvar la industria conservera local y mantener sus puestos de trabajo. Al mister no se le ocurrirá otra cosa que reclutar a sus antiguos contactos del fútbol para reforzar la plantilla, pero todos ellos están ya retirados.
El espíritu coral de esta comedia permite reunir un reparto de conocidos intérpretes que saben reírse de si mismos y tomarse el rodaje como una fiesta, siendo Omar Sy y Gad Elmaleh los que mejor se lo pasan haciendo el gamberro.