Letta forma un heterogéneo gobierno con un fuerte peso para Berlusconi
Después de dos meses de estancamiento, Italia cuenta con un nuevo Gobierno, una heterogénea coalición en la que el PdL de Silvio Berlusconi ha conseguido una fuerte posición, con cinco ministros, y ha colocado como viceprimer ministro y al frente de Interior a su secretario general, Angelino Alfano. La Opción Cívica de Mario Monti cuenta con tres carteras y la excomisaria Emma Bonino dirigirá Exteriores.
GARA | ROMA
«Era el único gobierno posible y su constitución no podía esperar más», afirmó el presidente de la República, Giorgio Napolitano tras dar a conocer el nuevo Gobierno italiano. La heterogénea alianza que presentó ayer el que será primer ministro, Enrico Letta, número dos del Partido Demócrata (PD), contará con el apoyo de la mayoría de las dos cámaras, aunque tendrá más difícil logar la cohesión que Napolitano deseó a Letta mientras le felicitaba y le estrechaba las manos.
Con 21 ministros, contará con nueve miembros del PD, incluido Letta, cinco ministros del partido Pueblo de la Libertad (PdL) de Silvio Berlusconi y tres de Opción Cívica, del primer ministro saliente, Mario Monti. La fórmula ha sido ya bautizada por la prensa italiana como la «extraña coalición», y ha sido mal aceptada por numerosos militantes del PD de Letta.
De hecho, quien sí puede estar satisfecho es Berlusconi, que, sin formar parte del Ejecutivo, logra colocar al secretario del PdL, Angelino Alfano, como viceprimer ministro y además con la cartera de Interior.
El Ministerio de Economía y Finanzas será para el director del Banco de Italia, Fabrizio Saccomanni, que sido calificado como «tecnócrata» -como lo fue en su día Mario Monti- y que deberá enfrentarse a la caída en recesión de la tercera economía de la zona del euro. Recientemente ha criticado los temores, a su juicio exagerados, a que la deuda italiana pueda llevar a un derrumbe de la eurozona.
El Ejecutivo italiano presenta además una cara ya conocida en la política europea, la de la excomisaria Emma Bonino, que estará al frente de Asuntos Exteriores. Exdiputada del Partido Radical, feminista y que desde su responsabilidad sobre la ayuda humanitaria, asistió a la caída de Srebrenica y a la situación de los refugiados ruandeses.
El Ministerio de Justicia, campo sensible para Berlusconi, implicado en varios procesos, será para la actual ministra de Interior, Anna Maria Cancellieri.
La Opción Cívica de Monti consigue la cartera de Defensa, con Mario Mauro, quien se sumó al proyecto político de Monti tras militar en el PdL.
Letta presentó este gobierno con una «sobria satisfacción» y quiso subrayar «el récord de presencia femenina y el rejuvenecimiento del equipo».
De hecho, varios de los ministros son figuras desconocidas para el gran público.
Letta ha tratado así de unir fuerzas que han intercambiado ataques durante años. El centro-izquierda repetía una y otra vez que no aceptaría nunca un gobierno con Silvio Berlusconi.
Pero con mayoría en la Cámara de diputados, pero no en el Senado, no ha sabido o no ha querido encontrar el apoyo necesario para formar un gobierno orientado a la izquierda, y tras dos meses de bloqueo, ha decidido dar un giro de 180 grados en su discurso y ofrecer a Berlusconi una victoria política. Ha tenido que negociar en todas direcciones. Ayer Letta se reunión con el ya exlíder de su partido, Pier Luigi Bersani, y, después, durante dos horas, con una importante delegación del PdL, compuesta por el propio Berlusconi, Alfano, y el consejero de Il Cavaliere que no es otro que... su tío, Gianni Letta.
El nuevo gobierno, que prestará juramento hoy y se someterá a un voto de confianza en el Parlamento mañana, debe aún acordar su programa, en particular su política económica, lo que -con la relevante presencia del PdL- pondrá a la izquierda en otro aprieto.
Entre las nuevas caras del Gobierno figura Cecile Kyenge, ministra de Integración y primera mujer negra que llega a este cargo. «Es un paso decisivo para cambiar Italia», afirmó. Originaria de República Democrática del Congo, llegó a Italia en 1983. Trabaja en un informe sobre racismo institucional y su prioridad será el derecho de suelo para obtener la ciudadanía italiana.
Silvio Berlusconi se ha vuelto imprescindible tras haberle dado por acabado meses después de numerosos procesos y escándalos. Tras el anuncio del nuevo Gobierno, afirmó que ha actuado «sin poner ninguna condición, sin excluir a personas que hayan sido ministros en precedentes gobiernos. Así hemos contribuido a formar un gobierno en poco tiempo».
El presidente Napolitano, reelegido a pesar con casi 88 años, pidió «una renovación, un cambio generacional y una fuerte presencia femenina», una forma de responder a la necesidad de cambio expresada por los italianos, sobre todo con el éxito del Movimiento 5 Estrellas de Beppe Grillo, que ha visto en las negociaciones «un desprecio para los ocho millones de italianos» que votaron por él. En una de las últimas entradas de su blog, Grillo volvió a arremeter contra la formación de este Gobierno de unidad , pues, a su juicio, «el Ejecutivo que está naciendo es una acumulación digna del mejor bunga-bunga», en alusión a la expresión utilizada para definir algunos episodios de índole sexual que supuestamente tuvieron lugar en las fiestas de Berlusconi. GARA
