Corea del Norte ha condenado a 15 años de trabajos forzados, por «actos hostiles», a un guía turístico estadounidense de origen coreano que entró en el país, algo que expertos interpretan como una maniobra del régimen para ganar ventaja en futuras negociaciones con Washington.

La Corte Suprema norcoreana sentenció a Pae Jun-Ho, cuyo nombre estadounidense es Kenneth Bae, «a 15 años de trabajos forzados por su crimen», informó la agencia estatal norcoreana KCNA, que se limitó a explicar que el guía «cometió actos hostiles tras entrar como turista» el pasado noviembre. Según la prensa sucoreana, viajaba con varios turistas y poseía un disco de ordenador que contenía supuestos datos sensibles.

El Departamento de Estado de EEUU pidió su liberación inmediata por razones humanitarias y señaló que «la salud física de los ciudadanos americanos es una prioridad absoluta para nosotros».

Baza para negociar

Corea del Norte ha detenido desde 2009 a otros cinco estadounidenses que finalmente fueron liberados a través de negociaciones con Washington, lo que ha llevado a algunos expertos a suponer motivos políticos en la detención y condena de Bae. La condena «recuerda a acciones similares del pasado», indicó a Efe Bong Young-shik, investigador del Instituto de Política Asan en Seúl, que citó el caso de las reporteras estadounidenses Laura Ling y Euna Lee.

Ambas fueron condenadas a 12 años de trabajos forzados en 2009 y liberadas tras la mediación del expresidente de EEUU Bill Clinton. En este sentido, argumenta que «dada la actual escalada de tensión, Corea del Norte trata de ganar ventaja de todos los modos posibles» y podría utilizar la liberación de Bae como «moneda de cambio» frente a la negativa de Washington a dialogar hasta que Pyongyang cumpla con sus exigencias en torno al programa nuclear.