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Propuesta de pacto de estabilidad

Urkullu cambia su oferta y convoca a todos en dos mesas

El lehendakari propone alcanzar un pacto de estabilidad y reactivación económica creando en Ajuria Enea una mesa con las diputaciones y Eudel y otra con los líderes de todos los partidos

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Iñaki IRIONDO | GASTEIZ

«Convocaré en los próximos días en Ajuria Enea conjuntamente, por una parte, a los máximos representantes institucionales y por otra parte también conjuntamente a los líderes políticos para plantear un acuerdo para la estabilidad por la reactivación económica y el empleo». El lehendakari, Iñigo Urkullu, lanzó esta propuesta al cierre del debate sobre su programa de gobierno, después de casi tres horas y media de pleno y cuando el resto de grupos ya no tenían ningún turno para la réplica.

Todos los partidos se muestran dispuestos a acudir al menos a la primera llamada del lehendakari, pero pocos confían de su efectividad. EH Bildu reclama cambios de las políticas que nos han arrastrado a la crisis; el PSE pide a Urkullu que opte, porque ellos no estarán «nunca» en el mismo acuerdo que «el PP, abanderado de los recortes»; y el PP sospecha que es un intento de «ganar tiempo» para acabar pactando con el PSE.

La propuesta de esas dos mesas en Ajuria Enea pilló por sorpresa a los extraños y también a buena parte de los propios. No cabe olvidar que el pasado lunes Iñigo Urkullu anunció públicamente que su oferta de pacto de estabilidad iba dirigida a PSE y PP, excluyendo a EH Bildu y UPyD. A la coalición soberanista y de izquierdas la descartó porque «hace defensa de un modelo social y económico radicalmente diferente al que defiende el PNV». Y a UPyD, por su rechazo al autogobierno. Al día siguiente, tras el Consejo de Gobierno, su portavoz, Josu Erkoreka, insistía en dejar fuera a EH Bildu, dándola por «autoexcluida» tras su rechazo a acuerdos tras las elecciones y en el presupuesto, y por su apoyo a la huelga general del día 30.

Ayer todo eso quedó de lado e Iñigo Urkullu lanzó su golpe de efecto en el último momento. La reunión de todos los partidos en torno a una misma mesa en Ajuria Enea sería una foto inédita hasta la fecha, algo que han tenido muy en cuenta en Lehendakaritza.

La propuesta de pacto de estabilidad que el lehendakari trasmitirá a las diputaciones y Eudel, por un lado, y a los partidos, por otro, pretende asentarse en «un suelo económico que permita reactivar y dinamizar la economía vasca y generar nuevas oportunidades de empleo».

Su propuesta se basa en seis compromisos relacionados con la política fiscal, la creación de tres fondos para la reactivación, la solidaridad y los emprendedores, y un último punto relativo a la reestructuración del sector público.

En palabras del lehendakari, «este acuerdo de estabilidad es la señal de confianza que nos está demandando la sociedad, y tengo la convicción -aseveró- de que este acuerdo por sí mismo va a permitir acelerar el tránsito de la recesión al crecimiento, de la destrucción de empleo a la generación de nuevas oportunidades».

Programa de gobierno

El anuncio final que tenía preparado el lehendakari contribuyó a ensombrecer la presentación del programa de gobierno que era el objeto de la comparecencia de Iñigo Urkullu. Ni siquiera él mismo puso mucho empeño en su explicación. Apenas empleó 26 minutos en leer un resumen del programa que ya remitió en su día a la Cámara y que, a su vez, es una variación del programa electoral con el que el PNV fue a las elecciones.

Se trata, en buena medida, de un catálogo de iniciativas que se enumeran de forma esquemática y genérica. Sirva como ejemplo cuando se dice que el segundo eje del programa es «el desarrollo humano, donde nuestras políticas van a priorizar lo siguiente: un sistema sanitario público, de prestigio y calidad; la excelencia, motor del sistema educativo; un compromiso con el euskera y la convivencia lingüística; una cultura abierta y plural; familias; inmigración; políticas de igualdad»... y así hasta catorce puntos.

Los grupos de la oposición denunciaron la ausencia de concreciones de la intervención de Iñigo Urkullu. Laura Mintegi, de EH Bildu, criticó además la falta de previsión y la desorientación del Gobierno. Añadió que el programa no es creíble porque se ha visto contradicho por el proyecto de presupuesto que presentó el Ejecutivo, y puso varios ejemplos de ello.

La parlamentaria independentista también lamentó la falta de detalle en el apartado relativo al nuevo estatus político, preguntando al PNV si pretende pintar una habitación de la casa o construir una casa propia. Además, aludió a las fechas y a la consulta que «aparecen y desaparecen como el Guadiana» entre programas y discursos.

También Patxi López acusó de «falta de rumbo» al Ejecutivo. Calificó el «llamado programa de gobierno» de «cúmulo de generalidades». Se refirió al uso de términos como «impulsar la economía», «ayudar a los emprendedores», para decir que están en los programas de todos los partidos. Lo que el secretario general del PSE le espetó al lehendakari es que «usted, que es el Gobierno, tiene la obligación de decir cómo, en qué tiempo, con qué medidas concretas y con qué recursos» hará eso.

Iñigo Urkullu respondió a estas críticas que «éste es el primer gobierno que presenta un programa con este nivel de concreción». Y añadió que «hasta la fecha este Parlamento no ha recibido, que yo conozca, un documento de estas características y dudo que los partidos políticos que hablan de concreción puedan presentarnos aquí una alternativa más concreta que responda a sus diversas expe- riencias de Gobierno, lo dudo. Al menos yo aquí, en la Comunidad Autónoma en Euskadi, no lo he conocido».

El fracaso presupuestario

Aunque en su primera intervención el lehendakari pasó por alto la reciente retirada del proyecto de presupuestos ante la falta de apoyo para poder aprobarlos, los grupos de la oposición lo colocaron enseguida en la mesa para poner en evidencia el fracaso gubernamental.

La portavoz del PP, Arantza Quiroga, llegó a decir que el Gobierno afrontó la negociación presupuestaria «sin convicción alguna de entendimiento, dando a entender que les daba lo mismo una cosa que otra». Pero después lanzó un pequeño salvavidas al Ejecutivo al reprochar a EH Bildu y PSE una estrategia de «bloqueo» a la que «alegre y entusiasta se sumó UPyD».

Joseba Egibar, del PNV, cogió el hilo y en lugar de defender el programa de gobierno, empleó su turno en repetir la rueda de prensa que ofreció una semana antes acusando a todos los partidos de situarse en el «bloque del no».

Pero todo esto quedó en el olvido en cuanto el lehendakari abrió su caja de las sorpresas y sacó de ella la doble convocatoria de mesas de Ajuria Enea.

Sin calendario legislativo todavía

La explicación del programa de gobierno se había unido a la petición que EH Bildu había hecho para que el lehendakari expusiera el calendario legislativo del Gobierno. La coalición retiró dicho punto previendo que no iba a tener respuesta en ese pleno. No se equivocó. Pese a que el PNV decidió el 12 de noviembre gobernar en solitario, todavía no tiene un calendario legislativo y es probable que no llegue a tenerlo. Lo que está preparando, según explicó Iñigo Urkullu, es un «programa legislativo». Y no ha sido hasta el 9 de abril cuando ha encargado su elaboración. Los departamentos deben tener lista la documentación para el 15 de junio. En un momento, el lehendakari enumeró 16 proyectos de ley que figuran en el programa de gobierno, pero no ofreció ni plazos ni prioridades para su aprobación. Urkullu dijo que existe experiencia de calendarios que no se cumplen y prefiere un «programa». I.I.

EH Bildu rechaza las cuentas del Parlamento por no bajar sueldos

La comisión pertinente aprobó ayer el presupuesto del Parlamento de Gasteiz, que asciende a 32.212.595,16 euros. Las cuentas prevén la congelación de todos los salarios. EH Bildu votó en contra porque había propuesto bajar un 3,5% el salario de los parlamentarios y sus asesores, congelar las nóminas de la plantilla en los puestos de nivel medio y superior y aplicar una subida equivalente al IPC en las escalas inferiores. Según explicó el vicepresidente primero de la Cámara, Juanjo Agirrezabala, «congelar todos los sueldos por igual no es aceptable porque las situaciones son muy distintas y las respuestas también deberían ser distintas». Sin embargo, PNV, PSE y PP se opusieron a esta propuesta.

Lo que sí consiguió en su día EH Bildu es que el Parlamento cambiara su sistema de pago de dietas. Según información de la Cámara, en el presupuesto aprobado ayer «la partida relativa a dietas y viajes de comisiones parlamentarias también ha sufrido una bajada acorde a la nueva situación económica. Más concretamente, se ha reducido un 20%, con lo que queda con un montante de 200.000 euros».

Protocolo e inversiones ven reducidas sus partidas en un 47%. I.I.

Mintegi describe la caída de «tres mitos» y el lehendakari reconoce su desgaste

La portavoz de EH Bildu, Laura Mintegi, describió ayer «la caída de tres mitos» sobre el buen hacer gubernativo del PNV. «El primero -enumeró- que eran buenos gestores,y no saben ni gestionar el salario de sus trabajadores. El segundo, que tenían capacidad para el acuerdo y no han conseguido ni un solo acuerdo sobre el presupuesto. Y el tercero -finalizó- que hay una sola forma de hacer las cosas desde el punto de vista nacionalista. Hay otra».

La crítica de «falta de liderazgo» al lehendakari y las acusaciones de «inactividad» a su Gobierno, de estar más en el «aparentar hacer» que en «el hacer», fueron una constante por parte de los portavoces de la oposición.

El lehendakari admitió que «es consciente» del «desgaste político institucional» que está sufriendo. Pero en todo caso lo consideró injusto. Negó la falta de actividad y puso como ejemplo que 625 empresas se han interesado por el «fondo de financiación del circulante», aunque no detalló cuántas han accedido a él. También señaló que en ese fondo han participado 12 entidades financieras. También puso como ejemplo de actividad que «ocho instituciones o agentes económicos y sociales han recibido el plan de choque por el empleo» de su Gobierno, aunque después de un mes solo «una institución pública territorial» ha acordado sumarse a él.

También puso como ejemplo de actividad la reducción de la estructura gubernamental y la elaboración del proyecto de presupuesto.

Frente a la opinión unánime del resto de grupos, el lehendakari aseguró que «el Gobierno está actuando y va a seguir actuando, por mucho que se quiera silenciar o que se quiera ocultar esta realidad. Y pese a la critica de la falta de capacidad, el Gobierno va a seguir demostrando su capacidad con hechos. I.IRIONDO

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