La juventud al poder. Este achacoso Uxue Bilbao Basket certificaba anoche su pase a los play offs por el título al superar al Cajasol merced al gran partido de Mamadou Samb y Fran Pilepic. No fueron los únicos, naturalmente, pero sí los más diferenciales, especialmente el croata, en un triunfo logrado a partir de la alegría ofensiva, la movilidad y el contagio de las posibilidades propias. Y también una innegable mejoría atrás, aunque el Cajasol, cuando se vio con cierta desventaja, no tardó en bajar los brazos.

Con todo, el inicio del encuentro no invitaba al optimismo. Los pupilos de Aíto García Reneses se llevaban su tributo en cada viaje al aro bilbaino y los vizcainos, aunque conseguían cargar de faltas a Bogdanovic e impedían los «vuelos» de Satoransky, se veían por detrás 17-10 en los primeros compases.

Y en estas apareció Mamadou Samb. Rakovic, entre sus problemas de espalda y una autoestima tirando a la baja, no jugó ni un segundo, algo que aprovechó perfectamente el senegalés nacionalizado español. Hamilton acabaría por hacer un buen partido, pero la movilidad de Samb vino de perillas a un Bilbao Basket que empezó a encontrarse con los seis puntos casi consecutivos de su joven interior. Tanto es así, que nada más arrancar el segundo cuarto, un «dos más uno» de Raül López otorgaba la primera ventaja a los de Fotis Katsikaris: 23-24.

Los restantes minutos hasta el descanso fueron una mixtura de gente mayor y joven compartiendo alegrías. Es decir, Mumbrú «cebaba» de balones a Samb, y si no, a Hamilton. Entre los sevillanos, el joven Porzingis ofrecía sus primeras pinceladas de una prometedora carrera, mientras que Satoransky compensaba su falta de puntos repartiendo asistencias, sobre todo a un agradecido Latavious Williams. En tiempo de descanso, Uxue Bilbao Basket mandaba por 37-39 después de una jugada culminada con mate de Samb.

Y tiro porque la meto

Pero el encuentro aún no tenía dueño. No lo tenía, porque Fran Pilepic aún no había emergido. En su marcaje mutuo, Sastre -muy fallón ayer- y el croata se fueron anulando, pero mientras que el balear no despertó, el escolta dálmata sí lo hizo.

Pilepic anotó los siete tiros que lanzó sin fallo alguno, sumando 17 tantos, 15 de ellos en el tercer período. Samb se fue diluyendo -al menos en anotación- al mismo ritmo en que el perimetral balcánico mostraba sus virtudes en el tiro. La defensa bilbaina, además, se esmeraba en parar de una vez y para siempre los ataques hispalenses, que no podía compensar con los rebotes sus cada vez más numerosos fallos en el lanzamiento. Para cuando terminaba el tercer cuarto -con una canasta de Pilepic-, el luminoso mostraba un esperanzador 52-63.

Entre los veteranos, Hamilton le tomaba definitivamente el gusto al choque, mientras que Grimau acumulaba kilómetros tras su baja en el derbi. Cuando Hamilton descansaba, y con Samb acuciado por sus habituales problemas de faltas, Moerman y Hervelle dispusieron de minutos para jugar juntos y aportar, mientras que su adversario bajaba sin disimulo los brazos, algo que irritaba profundamente a una hinchada sevillana que le dio por pitar.

Al final, una victoria más que balsámica, ya que no solo ratifica a los hombres de negro como uno de los ocho mejores equipos de la Liga ACB Endesa, sino que lo mantiene en la pelea por la cuarta plaza, a una victoria de un Valencia Basket que superó al Valladolid en La Fonteta.